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2 Crónicas 15:16 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

16 El rey Asá tomó incluso la medida de alejar a su abuela Macá del lugar que debía ocupar como reina madre, porque ella había hecho una horrible imagen de la diosa Aserá. El rey Asá derribó el ídolo, lo destruyó y lo quemó junto al torrente de Cedrón.

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Biblia Reina Valera 1960

16 Y aun a Maaca madre del rey Asa, él mismo la depuso de su dignidad, porque había hecho una imagen de Asera; y Asa destruyó la imagen, y la desmenuzó, y la quemó junto al torrente de Cedrón.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

16 El rey Asa quitó a su abuela Maaca de su puesto de reina madre, porque ella había hecho un poste obsceno dedicado a la diosa Asera. Derribó el poste obsceno, lo hizo pedazos y lo quemó en el valle de Cedrón.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

16 El rey Asá llegó a quitar a Maacá, su madre, el título de Gran Dama, porque había hecho un Horror para Aserá. Asá destruyó este Horror, lo hizo pedazos y lo quemó en el torrente Cedrón.

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La Biblia Textual 3a Edicion

16 Y el rey Asa depuso a su propia madre Maaca de su dignidad real, porque había hecho una imagen abominable para Asera,° y Asa taló el ídolo abominable, lo desmenuzó y lo quemó junto al torrente Cedrón.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

16 Incluso a Maacá, madre de Asá, la despojó el rey de su dignidad de reina madre, porque había fabricado para aserá un ídolo abominable. Asá derribó el ídolo, lo hizo pedazos y lo quemó en el torrente Cedrón.

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2 Crónicas 15:16
26 Tagairtí Cros  

y reinó cuarenta y un años (su abuela fue Macá, la hija de Abisalón).


y reinó tres años en Jerusalén. La madre de Abías fue Macá, hija de Abisalón. Cuando comenzó a reinar, ya Jeroboán llevaba dieciocho años reinando sobre Israel.


A continuación derribó los altares que los reyes de Judá habían edificado en la azotea del palacio, sobre la sala de Acaz. Además destruyó los altares que Manasés había edificado en los dos atrios del templo del Señor. Los molió, y esparció el polvo por el valle de Cedrón.


En cuanto al altar y el santuario que Jeroboán hijo de Nabat había edificado en Betel, y con el cual había hecho pecar a Israel, derribó las piedras y las redujo a polvo, y quemó las imágenes abominables de la diosa Aserá.


Entonces el rey ordenó al sumo sacerdote Jilquías y a los demás sacerdotes y guardas del templo que destruyeran todos los instrumentos usados en la adoración a Baal, a Aserá, al sol, la luna y las estrellas. El rey hizo que todo fuera quemado en los campos del valle de Cedrón, en las afueras de Jerusalén, y llevó las cenizas a Betel.


Hizo quitar el abominable ídolo de Aserá del templo del Señor, y lo llevó a las afueras de Jerusalén, al arroyo de Cedrón. Allí lo quemó y lo redujo a polvo, y arrojó el polvo sobre la fosa común.


Aunque no se eliminaron de Israel todos los pequeños santuarios paganos que había en las colinas, Asá se mantuvo fiel a Dios durante toda su vida.


Los sacerdotes limpiaron el interior del templo y sacaron al atrio toda la basura que hallaron allí, y la arrojaron en el arroyo de Cedrón.


Luego pusieron manos a la obra y destruyeron los altares paganos de Jerusalén, derribaron los altares paganos donde se quemaba incienso y los arrojaron al arroyo de Cedrón.


Derribó los altares paganos, redujo a polvo los ídolos de la diosa Aserá, destruyó las imágenes y derribó los altares en que se quemaba incienso. Hizo esto en todo el territorio de Israel antes de regresar a Jerusalén.


Luego tomó el becerro, lo fundió en fuego, y cuando se enfrió el metal, lo molió hasta hacerlo polvo. Mezcló ese polvo con agua, para que el pueblo bebiera.


En cambio, destruirás sus altares paganos, derribarás las piedras que adoran y destrozarás las imágenes de la diosa Aserá.


y destruiré los altares de los lugares altos donde adoran ídolos, derribaré sus altares de incienso, y dejaré que sus cadáveres se pudran en medio de sus ídolos. Y los aborreceré.


Y si alguien comienza nuevamente con profecías falsas, su propio padre o su madre lo matarán. “Debes morir”, le dirán, “porque has difundido mentiras como si fueran mensajes de parte del Señor”.


Los familiares de Jesús, al enterarse de lo que estaba pasando, salieron a buscarlo porque creían que se había vuelto loco.


Al terminar de orar, Jesús salió con sus discípulos y cruzó el arroyo de Cedrón. Al otro lado había un huerto al cual entraron.


Así que dejémonos de medir a los demás por lo que el mundo piense de ellos. Y aunque a Cristo lo hayamos conocido de esa manera, ya no lo haremos más.


y él obedeció tus mandamientos y destruyó a muchos pecadores, aun a sus propios hijos, hermanos, padres y madres.


»Debes derribar los altares paganos, quebrar los obeliscos, destruir las imágenes de Aserá y quemar sus ídolos.


Sin perder tiempo, tomé el objeto del pecado de todos ustedes, el ídolo, y lo quemé, lo reduje a polvo y lo lancé al arroyo que descendía de la montaña.


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