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2 Crónicas 11:13 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

13-14 Sin embargo, los sacerdotes y levitas de las otras tribus procedieron a abandonar sus hogares y se trasladaron a Judá y a Jerusalén, porque el rey Jeroboán los había despedido y prohibido ejercer el sacerdocio del Señor.

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Biblia Reina Valera 1960

13 Y los sacerdotes y levitas que estaban en todo Israel, se juntaron a él desde todos los lugares donde vivían.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

13 Todos los sacerdotes y levitas que vivían en las tribus del norte de Israel se aliaron con Roboam.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

13 Los sacerdotes y levitas de todo el territorio de Israel se pasaron a Roboam y llegaron a él de todas partes;'

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La Biblia Textual 3a Edicion

13 Y los sacerdotes y levitas que estaban en todo Israel se presentaron a él° desde todos los confines,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

13 Los sacerdotes y levitas que había en todo Israel se pasaron a él desde todos sus territorios.

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2 Crónicas 11:13
11 Tagairtí Cros  

El rey Basá construyó la ciudad fortificada de Ramá, en un intento de acabar con todo trato con Jerusalén.


Un día, un hombre de Baal Salisá le llevó a Eliseo una bolsa con veinte panes de cebada, hechos con los primeros granos de la cosecha. Eliseo le dijo a Guiezi que repartiera los panes entre los jóvenes profetas para que comieran.


Se establecieron arsenales en cada ciudad para mantener existencias de escudos y lanzas, como otra medida de seguridad; porque solamente los israelitas de Judá y de Benjamín permanecían leales al rey.


En el año treinta y seis del reinado de Asá, Basá, rey de Israel, le declaró la guerra a Judá y fortificó la ciudad Ramá con el fin de bloquear las rutas de comunicación de Judá.


Estos hombres viajaron secretamente por todo el país, reunieron a los levitas de todas las ciudades de Judá y a los jefes de los clanes, y vinieron a Jerusalén. A su llegada juraron lealtad al joven rey, que aún estaba escondido en el templo. «Por fin ha llegado el momento en que el rey asuma el reino —exclamó Joyadá—. La promesa del Señor, de que un descendiente de David sería nuestro rey, nuevamente se cumplirá, pues miren, ¡aquí está el hijo del rey Ocozías!


El rey Ezequías envió cartas por todo Israel, Judá, Efraín y Manasés invitando a todos al templo de Jerusalén, para celebrar la Pascua.


Pero si le preguntan por «las tristes noticias de Dios» habiendo advertido yo contra tales burlas, entonces yo, el Señor Dios, me libraré de la carga que me son ustedes. Los arrojaré de mi presencia, junto con esta ciudad que di a ustedes y a sus antepasados,


No te olvides jamás de los levitas; comparte con ellos tu comida.


Si necesitan el altar porque su tierra es impura, únanse con nosotros a este lado del río, donde el Señor vive con nosotros en su santuario, y nosotros compartiremos nuestras tierras con ustedes. Pero no se rebelen contra el Señor edificando otro altar además del altar verdadero de nuestro Dios.


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