Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne
- Fógraí -





2 Corintios 11:9 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

9 Cuando estuve entre ustedes y tuve necesidad, no pedí nada a nadie, porque los hermanos que llegaron de Macedonia suplieron para mis necesidades. No, jamás les he pedido nada, y jamás lo haré.

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

9 Y cuando estaba entre vosotros y tuve necesidad, a ninguno fui carga, pues lo que me faltaba, lo suplieron los hermanos que vinieron de Macedonia, y en todo me guardé y me guardaré de seros gravoso.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

9 Cuando estuve con ustedes y no tenía lo suficiente para vivir, no llegué a ser una carga financiera para nadie. Pues los hermanos que llegaron de Macedonia me trajeron todo lo que necesitaba. Nunca he sido una carga para ustedes y jamás lo seré.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

9 Cuando me encontraba entre ustedes y estuve necesitado, no molesté a nadie, sino que los hermanos venidos de Macedonia me dieron lo necesario. Me cuidé de ser un peso para ustedes, y todavía me cuidaré:

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

9 Y estando presente con vosotros, cuando tuve necesidad, no fui una carga para nadie, porque los hermanos que fueron de Macedonia° proveyeron lo que me faltaba, y en todo me guardé y me guardaré de seros carga.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

9 Pero una vez presente entre vosotros, ni siquiera falto de recursos fui carga para nadie; porque los hermanos procedentes de Macedonia remediaron con abundancia mi escasez. Y en todo me guardé y me guardaré de seros gravoso.

Féach an chaibidil Cóip




2 Corintios 11:9
16 Tagairtí Cros  

En cambio, los gobernadores que habían estado antes de mí habían exigido alimento, vino y cuatrocientos ochenta gramos de plata, y habían puesto la población a merced de sus ayudantes, quienes los maltrataban. Pero yo obedecí a Dios y no actué de esa manera.


Como eran fabricantes de tiendas, al igual que Pablo, este se fue a vivir y a trabajar con ellos.


Después que Silas y Timoteo llegaron de Macedonia, se dedicó por entero a predicar la palabra y a testificar entre los judíos que Jesús era el Mesías.


»Jamás he codiciado el dinero ni la ropa lujosa de nadie.


Los cristianos de Macedonia y Acaya hicieron una colecta de dinero para los hermanos pobres de Jerusalén.


Me dio mucha alegría cuando vinieron Estéfanas, Fortunato y Acaico. Ellos me han dado la ayuda que ustedes no me podían dar por no estar aquí.


Más bien, en cada uno de nuestros actos tratamos de portarnos como servidores de Dios. Con paciencia soportamos los sufrimientos, las necesidades, las angustias.


En otras palabras, el donativo que ustedes envíen es un servicio sagrado que surtirá dos efectos: ayudará a los que están en necesidad e impulsará a estos a estar muy agradecidos con Dios.


Mientras tanto, creo que es necesario que regrese con ustedes Epafrodito, mi hermano, ayudante y compañero de lucha. Ustedes lo enviaron para que me atendiera en mis necesidades.


Nunca hemos buscado que nos rindan honores, ni ustedes ni nadie.


Recuerden, hermanos, cómo trabajamos y nos fatigamos por anunciarles el evangelio de Dios. De día y de noche trabajamos para no serle una carga a nadie.


Algunos fueron apedreados, cortados con una sierra por la mitad, asesinados con espada. Otros anduvieron fugitivos de un lugar a otro, vestidos con pieles de oveja y de cabra, pasando necesidades, afligidos y maltratados.


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí