Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne
- Fógraí -





2 Corintios 1:9 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

9 Nos pareció que estábamos ya sentenciados a muerte. Pero eso sucedió para que no confiáramos en nosotros mismos sino en Dios, que puede hasta resucitar a los muertos.

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

9 Pero tuvimos en nosotros mismos sentencia de muerte, para que no confiásemos en nosotros mismos, sino en Dios que resucita a los muertos;

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

9 De hecho, esperábamos morir; pero, como resultado, dejamos de confiar en nosotros mismos y aprendimos a confiar solo en Dios, quien resucita a los muertos.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

9 Sentimos en nosotros una sentencia de muerte, pero eso fue sólo para que no confiáramos en nosotros mismos, sino en Dios, que resucita a los muertos.

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

9 Pero tuvimos en nosotros mismos la respuesta de la muerte, para que no estemos confiados en nosotros mismos, sino en Dios, que resucita a los muertos;

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

9 Tuvimos dentro de nosotros mismos la sentencia de muerte para que no confiemos en nosotros mismos, sino en el Dios que resucita a los muertos.

Féach an chaibidil Cóip




2 Corintios 1:9
20 Tagairtí Cros  

Si puedes hacer eso, convendré contigo en que tu propia fortaleza puede salvarte.


Los ricos de la tierra festejarán y le adorarán, todo mortal nacido para morir, se postrará ante él y lo adorará.


Al malvado lo aplasta su propia maldad; al justo lo protege su justicia.


El que confía en sí mismo es un necio; el que actúa con sabiduría estará a salvo.


«He recorrido solo la mitad de mi vida y tengo que dejarla. Se me despoja de mis años normales y tengo que traspasar las puertas del Seol.


Yo he dicho que la persona justa vivirá largamente. Pero si comete maldades, esperando que su piedad y justicia previas la salvarán del castigo, se equivoca, pues en realidad ninguna de sus buenas obras pasadas será recordada. Yo la castigaré por sus maldades.


Jesús les contó esta parábola a unos que se creían muy justos y despreciaban a los demás:


Las Escrituras dicen: «Por tu causa nos amenazan de muerte todo el tiempo, nos tratan como a ovejas de matadero».


Él nos libró de la muerte y de la misma manera nos volverá a librar cuando sea necesario. En él hemos puesto nuestra esperanza.


Creo que deben conocer, hermanos, las tribulaciones que pasamos en Asia. Nos vimos tan aplastados bajo tanta presión, que temimos no salir de allí con vida.


No porque creamos que por nosotros mismos podemos hacer las cosas. Dios es la fuente de nuestro poder.


Pero este precioso tesoro lo guardamos en una vasija de barro. Es así para que sea obvio que este glorioso poder viene de Dios y no de nosotros.


Abraham creía que Dios tiene poder hasta para resucitar a los muertos; por eso, fue como si recobrara a Isaac de entre los muertos.


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí