1 Tesalonicenses 1:4 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

⁴ Hermanos amados de Dios, sabemos que él los ha escogido.

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

⁴ Porque conocemos, hermanos amados de Dios, vuestra elección;

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁴ Sabemos, amados hermanos, que Dios los ama y los ha elegido para que sean su pueblo.

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁴ No olvidamos, hermanos amados por Dios, en qué circunstancias fueron llamados.

La Biblia Textual 3a Edicion

⁴ sabiendo, hermanos amados por Dios, vuestra elección;

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁴ Bien sabemos, hermanos, amados de Dios, que él os ha elegido;

1 Tesalonicenses 1:4 Tagairtí Cros

Romanos 9:25

¿Recuerdan lo que dice la profecía de Oseas? «Llamaré pueblo mío al que no era mi pueblo, y a un pueblo que yo no amaba le mostraré mi amor».

Efesios 1:4

Desde antes que formara el mundo, Dios nos escogió para que fuéramos suyos a través de Cristo, y resolvió hacernos santos y sin falta ante su presencia.

Colosenses 3:12

Por cuanto Dios los escogió y son santos y amados, practiquen con sinceridad la compasión y la bondad. Sean humildes, amables y buenos.

1 Tesalonicenses 1:3

Cuando oramos a nuestro Dios y Padre, los recordamos constantemente a causa de la fe que tienen y demuestran con hechos, del amor que los empuja al trabajo, y de la esperanza en nuestro Señor Jesucristo que los mantiene firmes.

2 Tesalonicenses 2:13

En cambio, nosotros tenemos que dar siempre gracias a Dios por ustedes, hermanos amados del Señor, porque Dios determinó desde el principio escogerlos para ser salvos. Esto mediante la acción del Espíritu Santo que los hace santos y la fe que han depositado en la verdad.

1 Pedro 1:2

que tengan gracia y paz en abundancia. Dios el Padre los eligió de acuerdo con su propósito y por medio del Espíritu los ha santificado, para que obedezcan a Jesucristo y sean salvados por su sangre.

2 Pedro 1:10

Así que, amados hermanos, puesto que Dios los ha llamado y escogido, procuren que esto eche raíces en ustedes, pues así nunca tropezarán ni caerán.