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1 Tesalonicenses 1:3 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

3 Cuando oramos a nuestro Dios y Padre, los recordamos constantemente a causa de la fe que tienen y demuestran con hechos, del amor que los empuja al trabajo, y de la esperanza en nuestro Señor Jesucristo que los mantiene firmes.

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Biblia Reina Valera 1960

3 acordándonos sin cesar delante del Dios y Padre nuestro de la obra de vuestra fe, del trabajo de vuestro amor y de vuestra constancia en la esperanza en nuestro Señor Jesucristo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

3 Al orar a nuestro Dios y Padre por ustedes, pensamos en el fiel trabajo que hacen, las acciones de amor que realizan y la constante esperanza que tienen a causa de nuestro Señor Jesucristo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

3 recordamos ante Dios, nuestro Padre, su fe que produce frutos, su amor que sabe actuar, su espera de Cristo Jesús, nuestro Señor, que no se desanima.

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La Biblia Textual 3a Edicion

3 recordando sin cesar delante del Dios y Padre nuestro la obra de vuestra fe y el trabajo de vuestro amor, y la paciencia en° la esperanza de Jesús el Mesías, nuestro Señor;

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

3 ante Dios, nuestro Padre, recordamos la actividad de vuestra fe, el esfuerzo de vuestro amor y la constancia de vuestra esperanza en nuestro Señor Jesucristo.

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1 Tesalonicenses 1:3
55 Tagairtí Cros  

Así fue que Jacob trabajó los siete años siguientes para quedarse con Raquel. Sin embargo, le parecieron pocos días, porque estaba muy enamorado de ella.


¡Nada puede apagar las llamas del amor! ¡Nada, ni las inundaciones ni las aguas abundantes del mar podrán ahogarlo! Si alguien tratara de comprarlo con todo cuanto tiene sólo lograría que le despreciaran.


»Si ustedes me aman, obedecerán mis mandamientos.


Si obedecen mis mandamientos, no se apartarán de mi amor, así como yo obedezco los mandamientos de mi Padre y su amor no se aparta de mí.


“Cornelio”, me dijo, “Dios ha tomado en cuenta tus oraciones y tus limosnas.


»Por eso, arrepiéntanse y vuélvanse a Dios para que él los limpie de sus pecados


Regocíjense en la esperanza, tengan paciencia si sufren y nunca dejen de orar.


Hermanos míos, mi deseo es que el Dios que les concedió esperanza los inunde siempre de felicidad y paz al creer en él. Y le pido a Dios que los haga rebosar de esperanza por el poder del Espíritu Santo.


De hecho, todo lo que fue escrito hace tiempo se escribió para enseñarnos, a fin de que, con el consuelo y la constancia que las Escrituras nos dan, mantengamos la esperanza.


Recuerdos a María, que se ha esforzado tanto por ayudarlos a ustedes.


Dará la vida eterna a quienes con paciencia hacen el bien y buscan gloria, honra y vida eterna;


Tres virtudes hay que ahora permanecen: la fe, la esperanza y el amor. Pero la más excelente de ellas es el amor.


Por eso, amados hermanos míos, estén firmes y constantes; trabajen siempre para la obra del Señor, conscientes de que nada de lo que hagamos para el Señor será en vano.


Nosotros fuimos enviados por Dios para anunciar el evangelio con sinceridad delante de Dios, porque estamos unidos a Cristo. No somos como esos que predican la palabra de Dios por lucro.


Él murió por nuestros pecados conforme a los planes de nuestro Dios y Padre, para rescatarnos de este mundo perverso.


Les hablo así, hermanos, porque ustedes fueron llamados a ser libres. Pero no usen esa libertad para dar rienda suelta a sus pasiones. Más bien sírvanse unos a otros con amor.


Estando unidos a Cristo Jesús no cuenta nada si estamos circuncidados o no. Nos basta la fe que actúa a través del amor.


Así que no nos cansemos de hacer el bien, porque si lo hacemos sin desmayar, a su debido tiempo recogeremos la cosecha.


Timoteo acaba de regresar de Tesalónica con las buenas noticias de la fe y del amor de ustedes. También nos dice que nos recuerdan con cariño y que tienen tantas ganas de vernos, como nosotros a ustedes.


Por eso, oramos en todo tiempo que nuestro Dios los tenga por dignos de su llamamiento y les ayude con su poder a hacer el bien y a cumplir todo lo que realicen movidos por la fe.


Amados hermanos, debemos dar gracias a Dios por ustedes, como es justo, porque ha crecido mucho su fe y el amor mutuo sigue abundando.


¡Qué bondadoso fue conmigo el Señor al enseñarme a confiar en él y a estar lleno del amor de Cristo Jesús!


Esto es bueno y agrada a Dios, nuestro Salvador,


Ustedes necesitan seguir confiando para que, después de haber cumplido la voluntad de Dios, reciban lo que él ha prometido.


Por la fe, Abraham, que había recibido las promesas, cuando fue puesto a prueba ofreció a Isaac, su único hijo,


Que él los capacite en todo lo bueno para que hagan su voluntad; y que, por medio de Jesucristo, Dios haga en nosotros lo que le agrada. Que Jesucristo reciba la gloria por siempre. Amén.


Pongamos, pues, empeño en entrar también en aquel reposo; cuidémonos de no desobedecer a Dios como lo desobedecieron los israelitas.


Abraham esperó con paciencia hasta que un día Dios cumplió su promesa.


Procuren más bien la belleza pura, la que viene de lo íntimo del corazón y que consiste en un espíritu afectuoso y tranquilo. Esta es la que tiene valor delante de Dios.


Hijitos míos, que nuestro amor no sea sólo de palabra ni de labios para afuera, sino que amemos de veras y demostrémoslo con hechos.


Pero, amados míos, si nuestro corazón no nos acusa, podemos estar confiados ante Dios,


El que espera esto se purifica, como Cristo es puro.


Amar a Dios es obedecer sus mandamientos; y esto no es difícil,


Estoy al tanto de las obras que realizas, de tus bondades, de tu fe, de tu servicio y de tu perseverancia. Sé que ahora estás haciendo mucho más que cuando comenzaste.


Por cuanto me has obedecido y has sido constante, te protegeré de la gran tribulación y tentación que vendrán sobre el mundo para poner a prueba a la humanidad.


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