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1 Samuel 4:4 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

4 Entonces mandaron a buscar el cofre del Señor de los cielos, quien está entronado por sobre los querubines. Y los hijos de Elí, Ofni y Finés la acompañaron hasta el campamento.

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Biblia Reina Valera 1960

4 Y envió el pueblo a Silo, y trajeron de allá el arca del pacto de Jehová de los ejércitos, que moraba entre los querubines; y los dos hijos de Elí, Ofni y Finees, estaban allí con el arca del pacto de Dios.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

4 Así que enviaron hombres a Silo para que trajeran el arca del pacto del Señor de los Ejércitos Celestiales, quien está entronizado entre los querubines. Los hijos de Elí, Ofni y Finees, también estaban allí con el arca del pacto de Dios.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

4 El pueblo mandó entonces a buscar a Silo el arca de Yavé de los ejércitos, que se sienta sobre los querubines. Los dos hijos de Helí, Jofni y Finjas, la acompañaban.

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La Biblia Textual 3a Edicion

4 Y el pueblo envió a Silo, y trajeron de allí el Arca del Pacto de YHVH Sebaot, que habita entre los querubines; y estaban allí los dos hijos de Elí, Ofni y Finees, con el Arca del Pacto de Dios.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

4 Despachó, pues, el ejército emisarios a Siló y trajeron de allí el arca de la alianza de Yahveh Sebaot, que tiene su trono sobre los querubines. Acompañaban al arca de la alianza de Dios los dos hijos de Elí, Jofní y Pinjás.

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1 Samuel 4:4
18 Tagairtí Cros  

Abiatar, Sadoc y los levitas llevaron el cofre del pacto de Dios y la pusieron junto al camino hasta que todos pasaron.


En ese momento el cofre de Dios se hallaba en Balá. Era sobre el cofre que se invocaba el nombre del Señor Todopoderoso que reina entre los querubines.


Allí hizo esta oración: «Señor, Dios de Israel, que te sientas en tu trono, por encima de los ángeles, sólo tú eres Dios de todos los reinos de la tierra, pues tú creaste los cielos y la tierra.


Pastor de Israel, tú que guías a José como a un rebaño; tú que reinas sobre los querubines, ¡escucha mi súplica! ¡Muestra tu poder y resplandeciente gloria!


¡Resplandece delante de Efraín, Benjamín y Manasés! ¡Muestra tu poder, y ven a salvarnos!


¡El Señor es rey! ¡Tiemblen las naciones! Él tiene su trono entre querubines: que se estremezca toda la tierra.


«¡Oh Señor Todopoderoso, Dios de Israel, entronizado por encima de los querubines, sólo tú eres Dios de todos los reinos de la tierra! Tú solo hiciste el cielo y la tierra. Escucha mi súplica, mírame orar. Mira esta carta del rey Senaquerib, pues él se ha burlado del Dios viviente.


«“¡Que Dios tenga misericordia de nosotros!”, suplican. “¡Que Dios se apiade de nosotros!”. Pero, ¿por qué habría de apiadarme de ustedes cuando traen ese tipo de presentes?, pregunta el Señor Todopoderoso.


Cuando Aarón y sus hijos hayan terminado de empacar el santuario y todos los utensilios, el clan de Coat vendrá y trasladará todos los paquetes al nuevo lugar del campamento; pero no deben tocar los objetos sagrados, para que no mueran. Este es el trabajo sagrado de los hijos de Coat.


»Cuando el campamento se traslade, Aarón y sus hijos entrarán primero en el santuario, quitarán el velo y cubrirán el cofre con él.


Cuando Moisés entraba en el santuario para hablar con Dios, oía la voz que le hablaba desde encima del propiciatorio que estaba sobre el cofre, entre los dos querubines.


Entonces, aunque era muy pequeño, lo llevaron al santuario en Siló, juntamente con un becerro de tres años para el sacrificio y veinticuatro kilos de harina y un odre de vino.


Entre sus hombres estaba Abías el sacerdote, hijo de Ajitob, hermano de Icabod; Ajitob era hijo de Finés y bisnieto de Elí, sacerdote del Señor en Siló, que portaba el efod. Nadie se dio cuenta de que Jonatán había salido.


Elí ya estaba muy anciano, pero se daba cuenta de lo que ocurría a su alrededor. Sabía, por ejemplo, que sus hijos estaban seduciendo a las jóvenes que ayudaban a la entrada del santuario.


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