1 Samuel 3:14 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

¹⁴ Por lo tanto, he jurado que los pecados de Elí y sus hijos no serán perdonados por sacrificios y ofrendas.

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Biblia Reina Valera 1960

¹⁴ Por tanto, yo he jurado a la casa de Elí que la iniquidad de la casa de Elí no será expiada jamás, ni con sacrificios ni con ofrendas.

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹⁴ Por eso juré que los pecados de Elí y los de sus hijos jamás serán perdonados ni por medio de sacrificios ni ofrendas.

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹⁴ Por eso, se lo juro a su casa, que ningún sacrificio, ninguna ofrenda podrá borrar el pecado cometido por la familia de Helí'.

La Biblia Textual 3a Edicion

¹⁴ Por tanto, he jurado a la casa de Elí, que la iniquidad de su casa no será expiada jamás, ni con sacrificios ni con ofrendas.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹⁴ Por eso he jurado a la casa de Elí que no será expiada jamás la iniquidad de la casa de Elí ni con sacrificios ni con ofrendas'.

1 Samuel 3:14 Tagairtí Cros

Salmos 51:16

Tú no quieres sacrificios ni ofrendas quemadas; si así fuera, con gusto lo haría.

Isaías 22:14

El Señor Dios Todopoderoso me ha revelado que este pecado no se les perdonará hasta el día de su muerte.

Jeremías 15:1

Entonces el Señor me dijo: Aun si Moisés y Samuel vinieran ante mí a rogarme por este pueblo, yo no les ayudaría. ¡Fuera con ellos! ¡Échalos de mi presencia!

Jeremías 7:16

No ores más por este pueblo, Jeremías. No llores por ellos ni ores ni supliques que yo les ayude, pues no te atenderé.

Ezequiel 24:13

¡Es la herrumbre y corrupción de tu lascivia sucia, de la devoción de los ídolos! ¡Y ahora, puesto que quise limpiarte y te rehusaste, permanece sucia hasta que mi cólera haya enviado todos sus castigos sobre ti!

Levítico 15:31

»De esta manera purificarán al pueblo de Israel, para que no mueran al contaminar mi santuario que está en medio de ellos.

1 Samuel 2:25

el pecado ordinario recibe un fuerte castigo, pero ¿cuánto más los pecados que ustedes cometen contra el Señor?». Sin embargo, ellos no quisieron escuchar a su padre porque el Señor había resuelto que murieran.