Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne
- Fógraí -





1 Samuel 24:18 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

18 Sí, tú has sido muy misericordioso conmigo en este día, porque cuando el Señor me entregó en tus manos, no me mataste.

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

18 Tú has mostrado hoy que has hecho conmigo bien; pues no me has dado muerte, habiéndome entregado Jehová en tu mano.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

18 Es cierto, has sido increíblemente bondadoso conmigo hoy, porque cuando el Señor me puso en un lugar donde pudiste haberme matado, no lo hiciste.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

18 Dijo a David: 'Eres más bueno que yo, porque tú me haces el bien y yo te había hecho el mal.

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

18 Tú has declarado hoy cómo me has hecho un bien, porque YHVH me puso en tu mano, y no me has matado.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

18 Y dijo a David: 'Tú eres más justo que yo, porque tú me has hecho bien mientras yo he procurado hacerte mal.

Féach an chaibidil Cóip




1 Samuel 24:18
10 Tagairtí Cros  

Judá reconoció que eran suyos y dijo: ―Ella es más justa que yo, porque yo no quise cumplir mi promesa de darle a mi hijo Selá por esposo. Por su parte, Judá nunca más volvió a tener relaciones sexuales con ella.


No me entregaste a mi enemigo sino que me pusiste en un lugar seguro.


Entonces sí tendrías razón en permitir que mis enemigos me persigan y me alcancen, y pisoteen mi honra en el polvo.


Así harás que se avergüence de lo que ha hecho, y el Señor te recompensará.


―¿Y me traicionarán estos hombres de Queilá entregándome a Saúl? —insistió David. Y el Señor le respondió: ―Sí; te traicionarán.


Saúl pronto supo que David estaba en Queilá. «Bien —exclamó—. Ahora lo tenemos. Dios lo ha entregado en mis manos, pues se ha atrapado a sí mismo en una ciudad amurallada».


¿Quién otro dejaría escapar a su enemigo cuando lo tiene en su poder? Que el Señor te recompense bien por la bondad que me has mostrado en este día.


Que el Señor dé a cada uno su recompensa por hacer el bien y por ser leal, pues yo me negué a matarte aun cuando el Señor te entregó en mis manos.


―Dios ha vuelto a poner a tu enemigo en tus manos —susurró Abisay—. Déjame que lo atraviese con su lanza. Lo clavaré en tierra con ella y no necesitaré darle un segundo golpe.


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí