1 Samuel 24:11 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

¹¹ ¿Ves lo que tengo en la mano? Es el borde de tu manto. Lo corté, pero no te quise matar. ¿No te convence esto de que no estoy tratando de causarte daño y que no he pecado contra ti, aunque tú has estado buscándome para darme muerte?

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

¹¹ Y mira, padre mío, mira la orilla de tu manto en mi mano; porque yo corté la orilla de tu manto, y no te maté. Conoce, pues, y ve que no hay mal ni traición en mi mano, ni he pecado contra ti; sin embargo, tú andas a caza de mi vida para quitármela.

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹¹ Mire, padre mío, lo que tengo en mi mano. ¡Es un pedazo del borde de su manto! Yo lo corté, pero no lo maté. Esto prueba que no intento hacerle daño y que no he pecado contra usted, aun cuando usted me ha estado persiguiendo para matarme.

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹¹ Míralo tú mismo, hoy Yavé te puso en mis manos en esa caverna, y me dijeron que te matara, pero tuve piedad de ti. Me dije: No pondré mi mano sobre mi señor, porque es el ungido de Yavé.

La Biblia Textual 3a Edicion

¹¹ Y mira, padre mío, mira la orilla de tu manto en mi mano, pues al cortar la orilla de tu manto, no te he matado. Reconoce y considera que no hay maldad ni transgresión en mi mano, ni he pecado contra ti, aunque tú andas a la caza de mi vida para tomarla.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹¹ Hoy mismo han visto tus ojos que Yahveh te entregaba en mis manos en la cueva. Se me incitaba a matarte; pero sentí piedad de ti y me dije: 'No extenderé yo mi mano contra mi señor, pues es el ungido de Yahveh'.

1 Samuel 24:11 Tagairtí Cros

2 Samuel 1:14

―¿Por qué te atreviste a matar al ungido de Dios? —le preguntó David.

2 Reyes 5:13

Pero sus criados le dijeron: «Si el profeta le hubiera pedido que hiciera algo extraordinario, ¿no lo habría hecho? Debiera obedecerle, pues lo único que le ha dicho es que vaya y se lave, para que quede sano».

Job 10:16

Si comienzo a levantarme del suelo, saltas sobre mí como un león y pronto acabas conmigo.

Salmos 119:161

Grandes hombres me han perseguido sin causa, pero mi corazón solamente teme a tu palabra.

Salmos 140:11

No permitas que prosperen los mentirosos aquí en nuestra tierra; que la calamidad caiga con gran fuerza y violencia.

Salmos 35:7

Pues aunque ningún mal les hice, me tendieron una trampa y aunque ningún mal les hice, cavaron una fosa para mí.

Salmos 59:3

Me acechan para darme muerte. Hombres vigorosos están allí a la espera. Y no es, Señor, porque yo les haya hecho mal alguno.

Salmos 7:5

Entonces sí tendrías razón en permitir que mis enemigos me persigan y me alcancen, y pisoteen mi honra en el polvo.

Proverbios 15:1

La respuesta amable calma el enojo, pero la respuesta grosera lo hace encenderse más.

Lamentaciones 4:18

No podemos salir a la calle sin correr peligro. Nuestro fin está cerca, nuestros días están contados, ¡nos ha llegado la hora!

Ezequiel 13:18

Comunícales que el Señor Dios les dice: “¡Ay de estas mujeres que están engañando a mi pueblo, tanto a jóvenes como ancianos, al atar amuletos mágicos a sus muñecas y proporcionarles velos mágicos y venderles salvaguardas! Rehúsan aun ofrecer ayuda si no sacan provecho de ello. Ustedes creen vender protección a mi pueblo, pero ni ustedes se podrán proteger a sí mismas de mi castigo.

Miqueas 7:2

Ya no hay gente honrada en este país. ¡Ya no queda en este país ni una sola persona que practique la justicia! Son todas homicidas, que se vuelven contra sus propios familiares. ¡Unos a otros buscan hacerse daño!

Juan 15:25

Pero esto pasa así, para que se cumpla lo que está escrito en la ley de ellos: “Me odiaron sin motivo”.

1 Samuel 12:3

Ahora, díganme mientras estoy delante del Señor y delante de su ungido: ¿He robado a alguien un buey o un burro? ¿He defraudado alguna vez a alguno de ustedes? ¿Los he oprimido alguna vez? ¿He recibido soborno de alguien? Díganmelo y rectificaré todo lo malo que haya hecho.

1 Samuel 18:27

él y sus hombres fueron y dieron muerte a doscientos filisteos y entregaron los prepucios al rey Saúl. Y el rey le dio a Mical.

1 Samuel 23:14

David se fue a vivir en las cuevas del desierto en la región montañosa de Zif. Un día, cerca de Hores, supo que Saúl iba hacia Zif en su busca. Saúl lo perseguía día tras día para matarlo, pero el Señor no permitió que lo encontrara.

1 Samuel 23:23

Descubran en cuál de sus escondites se halla, y vuelvan con una información precisa. Entonces yo iré con ustedes. Y si él está en aquella zona lo encontraré, aun cuando tenga que registrar cada rincón de Judá.

1 Samuel 25:28

Perdona mi atrevimiento al venir hasta aquí. El Señor ciertamente te recompensará haciendo que tú y tus descendientes tengan el reino, porque tú peleas las batallas del Señor y jamás se hallará maldad en ti.

1 Samuel 26:18

¿Por qué me persigues? ¿Qué he hecho? ¿Cuál es mi delito?

1 Samuel 26:20

¿Debo morir en tierra ajena, lejos de la presencia del Señor? ¿Por qué el rey de Israel sale en busca de mi vida como quien persigue una perdiz en los montes?

1 Samuel 26:23

Que el Señor dé a cada uno su recompensa por hacer el bien y por ser leal, pues yo me negué a matarte aun cuando el Señor te entregó en mis manos.