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1 Samuel 17:34 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

34 Pero David insistió. ―Cuando cuido las ovejas de mi padre y un león o un oso vienen a arrebatar un cordero del rebaño,

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Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

34 David respondió a Saúl: Tu siervo era pastor de las ovejas de su padre; y cuando venía un león, o un oso, y tomaba algún cordero de la manada,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

34 Pero David insistió: —He estado cuidando las ovejas y las cabras de mi padre. Cuando un león o un oso viene para robar un cordero del rebaño,

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Biblia Católica (Latinoamericana)

34 David dijo a Saúl: 'Cuando estaba guardando el rebaño de mi padre y aparecía un león o un oso para llevarse una oveja del rebaño,

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La Biblia Textual 3a Edicion

34 Pero David respondió a Saúl: Tu siervo es pastor de las ovejas de su padre, y si viene un león o un oso y se lleva algún cordero del rebaño,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

34 Replicó David a Saúl: 'Cuando tu siervo apacentaba las ovejas de su padre, si llegaba un león o un oso y se llevaba una oveja del rebaño,

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1 Samuel 17:34
18 Tagairtí Cros  

Si alguno era atacado por los animales salvajes y moría, yo me hacía cargo de la pérdida. Me hacías pagar cada animal que se robaban, fuera mía la culpa o no.


Usted conoce a su padre y a sus hombres. Bien sabe que son guerreros poderosos, y probablemente se encuentran tan enfurecidos como una osa a quien le han quitado sus ositos. Además, su padre es un guerrero de experiencia y no creo que vaya a pasar la noche junto con el pueblo.


También estaba Benaías hijo de Joyadá, soldado heroico de Cabsel. Benaías mató a dos gigantes, hijos de Ariel de Moab. En otra oportunidad descendió a un foso y, a pesar de que había nieve, luchó con un león que estaba allí y lo mató.


Benaías hijo de Joyadá era un bravo guerrero de Cabsel, que mató a los dos famosos gigantes de Moab. En otra ocasión, en que estaba nevando, mató un león que estaba en una cisterna.


Recuerdo los días de antaño; medito en tus gloriosos milagros. Pienso en lo que tú has hecho.


Yo seré como un pastor en medio de su rebaño. Yo encontraré a mis ovejas y las rescataré y reuniré de todos los lugares donde fueron esparcidas en aquel día oscuro y nublado.


El Señor dice: «Tal como lucha un pastor con un león para no dejar que se le lleve una oveja, pero sólo logra arrebatarle dos patas o un pedazo de oreja, así los israelitas que viven en Samaria sólo podrán rescatar la mitad de una silla o un tapete de Damasco.


Porque voy a darle a esta nación un pastor que no se preocupará de las moribundas; no buscará las pequeñas, ni curará a las heridas, ni llevará a las cansadas en sus brazos; en cambio, se comerá a las gordas y les romperá las pezuñas».


Arrancaré de un tirón la idolatría que practican como se arranca la presa de una fiera; quitaré de entre sus dientes las presas capturadas en su violencia. Pero nuestro Dios dejará algunos filisteos con vida, los cuales llegarán a ser parte de Judá y serán tratados con mucha consideración; pero los filisteos de Ecrón serán tratados como los jebuseos, con mucha dureza.


Por aquella misma región había unos pastores que pasaban la noche en el campo cuidando a sus ovejas.


»Yo soy el buen pastor. El buen pastor da su vida por las ovejas.


y la paciencia nos ayuda a superar las pruebas, y así nuestra esperanza se fortalece.


Ellos, por la fe, conquistaron reinos, hicieron justicia y recibieron lo que se les prometió, cerraron bocas de leones,


Parecía un leopardo, pero tenía pies de oso y boca de león. El dragón le entregó a la bestia el poder, el trono y la gran autoridad que poseía.


En aquel momento el Espíritu de Dios vino poderosamente sobre Sansón y, aunque no tenía armas, despedazó al león con la facilidad con que se mata un cabrito. Pero nada les dijo a su padre ni a su madre acerca de ello.


y alternaba sus viajes al campamento de Saúl con el cuidado de los rebaños de su padre en Belén.


―No seas tonto —contestó Saúl—. ¿Cómo puede un chiquillo como tú pelear con un hombre de ese tamaño? Tú eres tan solo un niño y él es un guerrero desde su juventud.


yo lo sigo con un palo y de sus fauces le quito el cordero. Si se vuelve hacia mí, lo tomo de la quijada y lo apaleo hasta matarlo.


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