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1 Samuel 15:6 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

6 Saúl mandó un mensaje a los ceneos diciéndoles que se retiraran de entre los amalecitas o morirían con ellos. «Porque ustedes fueron buenos con el pueblo de Israel cuando salió de Egipto», les dijo. Los ceneos, tomando sus cosas, salieron de allí.

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Biblia Reina Valera 1960

6 Y dijo Saúl a los ceneos: Idos, apartaos y salid de entre los de Amalec, para que no os destruya juntamente con ellos; porque vosotros mostrasteis misericordia a todos los hijos de Israel, cuando subían de Egipto. Y se apartaron los ceneos de entre los hijos de Amalec.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

6 Saúl envió esta advertencia a los ceneos: «Apártense de donde viven los amalecitas o morirán junto con ellos. Pues ustedes fueron bondadosos con el pueblo de Israel cuando salió de Egipto». Así que los ceneos empacaron sus cosas y se fueron.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

6 Saúl les mandó decir entonces a los quenitas: 'Aléjense, sepárense de los amalecitas porque si no serán exterminados junto con ellos, siendo que ustedes se mostraron bondadosos con los israelitas cuando subían de Egipto'. Los quenitas se alejaron de los amalecitas.

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La Biblia Textual 3a Edicion

6 Y dijo Saúl a los ceneos: Apartaos de entre los amalecitas para que no os destruya juntamente con ellos, por cuanto hicisteis misericordia con todos los hijos de Israel cuando salieron de Egipto. Y el ceneo se apartó de en medio de Amalec.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

6 Saúl dijo a los quenitas: 'Id, retiraos y salid de en medio de los amalecitas, no sea que os haga desaparecer con ellos; pues vosotros tratasteis bien a todos los israelitas cuando subían de Egipto'. Los quenitas se apartaron de los amalecitas.

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1 Samuel 15:6
21 Tagairtí Cros  

Esta tierra es la que habitan actualmente los quenitas, los quenizitas, los cadmoneos, los hititas, los ferezeos, los refaítas, los amorreos, los cananeos, los gergeseos y los jebuseos.


¡Jamás se te vaya a ocurrir matar al justo junto con el malvado! ¡Jamás vayas a tratar de la misma manera al justo y al malvado! ¿Acaso el Juez de toda la tierra no hará lo que es correcto?


se incluía también a las familias de los escribas que vivían en Jabés, que fueron los tirateos, los simeateos y los sucateos. Todos estos fueron los quenitas que descendieron de Jamat, que fue el padre de la familia de Recab.


Escúchame y permíteme darte un consejo, para que Dios te bendiga. Sé el abogado de este pueblo, su representante delante de Dios, para que Dios resuelva sus problemas. Tú les comunicarás las decisiones de Dios, les enseñarás sus leyes, y les darás a conocer los principios que deben seguir para tener una conducta correcta.


Abandonen su necedad y vivirán; aprendan a ser sabios!


Todo el pueblo de Israel huyó gimiendo, temeroso de que la tierra también se los tragara a ellos.


Y con muchas palabras más, Pedro les exhortaba y les decía: ―¡Aléjense de esta gente perversa!


Por eso el Señor añade: «Salgan de en medio de ellos, apártense; no toquen sus inmundicias, y yo los recibiré


Que el Señor sea misericordioso con Onesíforo y toda su familia, porque muchas veces me confortó y nunca se avergonzó de que yo estuviera preso.


«Ya no tienes los lujos que tanto te gustaban —le gritarán—. Ya no tienes el lujo y el esplendor en que te deleitabas. Jamás los volverás a tener».


Cuando la tribu de Judá entró en su nueva tierra en el desierto del Neguev al sur de Arad, los descendientes del suegro de Moisés, miembros de la tribu de los ceneos, lo acompañaron. Dejaron sus hogares en Jericó, la ciudad de las palmeras, y a partir de entonces las dos tribus vivieron juntas.


(Héber el quenita, descendiente de Hobab el suegro de Moisés, se había apartado del clan de los quenitas y había estado viviendo junto a la encina de Zanayin, cerca de Cedes).


»¡Bendita sea Jael, la esposa de Héber el quenita! ¡Sea ella bendita por sobre todas las amas de casa!


Se dirigieron a la capital de los amalecitas y pusieron una emboscada en el valle.


―¿A quiénes atacaron hoy? —preguntaba Aquis. Y David respondía: ―Atacamos el sur de Judá y el sur de Jeramel y el sur de los ceneos.


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