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1 Samuel 1:19 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

19 El día siguiente toda la familia se levantó temprano y fueron al santuario a adorar al Señor una vez más. Entonces regresaron a su hogar en Ramá, y cuando Elcaná durmió con Ana, el Señor se acordó de su petición.

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Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

19 Y levantándose de mañana, adoraron delante de Jehová, y volvieron y fueron a su casa en Ramá. Y Elcana se llegó a Ana su mujer, y Jehová se acordó de ella.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

19 Temprano a la mañana siguiente, la familia se levantó y una vez más fue a adorar al Señor. Después regresaron a su casa en Ramá. Ahora bien, cuando Elcana se acostó con Ana, el Señor se acordó de la súplica de ella,

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Biblia Católica (Latinoamericana)

19 Se levantó muy temprano y después de haberse postrado ante Yavé, emprendieron el regreso a su casa de Ramá.

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La Biblia Textual 3a Edicion

19 Por la mañana madrugaron y se postraron delante de YHVH; luego regresaron y llegaron a su casa en Ramá. Y Elcana conoció° a Ana su mujer, y YHVH se acordó de ella.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

19 Se levantaron de madrugada y, después de haber adorado a Yahveh, volvieron y se fueron a su casa de Ramá. Elcaná conoció a Ana su mujer, y Yahveh se acordó de ella.

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1 Samuel 1:19
23 Tagairtí Cros  

El Señor se acordó de Sara y le cumplió lo que le había prometido.


Entonces Dios tuvo compasión de Raquel, y le respondió sus oraciones, pues le permitió tener hijos.


Adán tuvo relaciones con su esposa Eva, y ella quedó embarazada, y dio a luz a su hijo Caín, y dijo: «Gracias al Señor, he tenido un hijo varón».


Entonces Dios se acordó de Noé y de todos los animales que estaban con él en el barco. Dios hizo soplar un fuerte viento sobre la tierra, de modo que las aguas comenzaron a bajar.


Pero era cierto. Pronto la mujer concibió y tuvo un niño, tal como Eliseo lo había profetizado.


Muy de mañana, antes de salir el sol, clamo a ti pidiendo ayuda; en tus palabras he puesto mi esperanza.


Al que nos recuerda, aunque estemos desvalidos; su gran amor perdura para siempre.


Pasa por alto los pecados de mi juventud, Señor; mírame con ojos de misericordia y perdón.


Cada mañana, Señor escucha mi clamor; por la mañana te presento mis súplicas y atento espero tu presencia.


Oraré de mañana, al medio día y de noche, suplicándole a Dios; él escuchará.


A la mañana siguiente, todavía de madrugada, Jesús se levantó y se fue a un lugar solitario a orar.


Luego le dijo: ―Jesús, acuérdate de mí cuando vengas en tu reino.


Elcaná era un hombre de la tribu de Efraín que vivía en Ramatayin de Zofim, en la región montañosa de Efraín. Su padre se llamó Jeroán; su abuelo, Eliú; su bisabuelo, Tohu, y su tatarabuelo, Zuf.


E hizo este voto: «Oh Señor, Dios Todopoderoso, si miras mi dolor y respondes a mi oración dándome un hijo, yo te lo devolveré y será tuyo por toda su vida, y jamás será cortado su cabello».


Entonces Samuel regresó a Ramá y Saúl a Guibeá.


Samuel tomó el aceite de oliva que había traído y lo derramó sobre la cabeza de David delante de sus hermanos. El Espíritu del Señor entonces descendió sobre él y le dio gran poder desde aquel día en adelante. Y Samuel regresó a Ramá.


De este modo escapó David y se dirigió a Ramá para ver a Samuel. Allí le contó todo lo que Saúl había hecho. Samuel se llevó a David a vivir con él en Nayot.


Elcaná y su familia regresaron a Ramá sin Samuel; el niño quedó al servicio del Señor, como ayudante de Elí el sacerdote.


Poco después murió Samuel. Todo Israel se reunió para su funeral y lo sepultaron en la propiedad de su familia en Ramá. Mientras tanto, David, descendió al desierto de Parán.


Luego regresaba a Ramá; porque allí vivía y allí juzgaba a Israel. Y edificó un altar al Señor en Ramá.


Entonces los jefes de Israel se reunieron en Ramá para discutir el asunto con Samuel.


Al despuntar el alba a la mañana siguiente, Samuel lo llamó: ―Levántate, es hora de que te marches. Saúl se levantó y Samuel lo acompañó hasta las puertas de la ciudad.


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