1 Reyes 22:49 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

⁴⁹ Ocozías, hijo del rey Acab, y quien lo sucedió en el trono, había propuesto a Josafat que sus hombres fueran también, pero Josafat había rechazado la oferta.

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

⁴⁹ Entonces Ocozías hijo de Acab dijo a Josafat: Vayan mis siervos con los tuyos en las naves. Mas Josafat no quiso.

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁴⁹ En una oportunidad, Ocozías, hijo de Acab, le propuso a Josafat: «Deja que mis hombres naveguen con los tuyos en los barcos»; pero Josafat rechazó la propuesta.

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁴⁹ Josafat construyó diez barcos de Tarsis para ir a buscar oro a Ofir, pero no pudieron ir porque los barcos fueron destrozados en Eción-Gueber.

La Biblia Textual 3a Edicion

⁴⁹ Y Ocozías ben Acab dijo a Josafat: Que vayan mis siervos con tus siervos en las naves; pero Josafat no quiso.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁴⁹ Josafat construyó naves de Tarsis para ir a Ofir en busca de oro; pero no pudo ir, porque se destrozaron las naves en Esión Guéber.

1 Reyes 22:49 Tagairtí Cros

1 Reyes 10:22

El rey Salomón tenía su flota mercante en sociedad con el rey Hiram, y cada tres años llegaba a los puertos de Israel un gran cargamento de oro, plata, marfil, monos y pavos reales.

1 Reyes 22:48

El rey Josafat construyó barcos que fueran a buscar oro a Ofir; pero jamás llegaron, porque naufragaron en Ezión Guéber.

1 Reyes 22:50

Cuando el rey Josafat murió, fue sepultado con sus antepasados en Jerusalén, en la ciudad de su antepasado David; y su hijo Jorán subió al trono.

1 Reyes 9:26

El rey Salomón mandó a construir una flota de barcos en Ezión Guéber, cerca de Elat, en la región de Edom, a orillas del Mar Rojo.

1 Reyes 9:27

El rey Hiram le proporcionó navegantes experimentados para que acompañaran a las tripulaciones de Salomón. Fueron a Ofir, de donde regresaron con unos catorce mil kilos de oro para el rey Salomón.

2 Crónicas 20:35

Pero al final de su vida, Josafat, rey de Judá, se asoció con Ocozías, rey de Israel, que era malvado,

Salmos 48:8

De la gloria de la ciudad hemos oído, pero ahora nosotros mismos la hemos visto, la ciudad de nuestro Dios Todopoderoso. Es la ciudad de nuestro Dios ¡Él la hará permanecer para siempre!