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1 Reyes 22:24 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

24 Entonces Sedequías hijo de Quenaná, se acercó a Micaías y lo golpeó en el rostro. ―¿Desde cuándo el Espíritu del Señor ha dejado de hablarme a mí, para hablarte a ti?

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Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

24 Entonces se acercó Sedequías hijo de Quenaana y golpeó a Micaías en la mejilla, diciendo: ¿Por dónde se fue de mí el Espíritu de Jehová para hablarte a ti?

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Biblia Nueva Traducción Viviente

24 Entonces Sedequías, hijo de Quenaana, se acercó a Micaías y le dio una bofetada. —¿Desde cuándo el Espíritu del Señor salió de mí para hablarte a ti? —le reclamó.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

24 En ese momento Sedecías, hijo de Quenaana, se acercó y dio una bofetada a Miqueas, diciéndole: '¿Por dónde salió de mí el espíritu de Yavé para hablarte a ti?'

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La Biblia Textual 3a Edicion

24 Entonces Sedequías ben Quenaana se acercó y golpeó a Micaías en la mejilla, y dijo: ¿Por qué camino pasó de mí el Espíritu de YHVH para hablarte a ti?

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

24 Entonces Sedecías, hijo de Quenaaná, se acercó, le dio a Miqueas una bofetada en la mejilla y le dijo: '¿Por dónde se ha retirado de mí el espíritu de Yahveh para hablarte a ti?'.

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1 Reyes 22:24
16 Tagairtí Cros  

Sedequías hijo de Quenaná, que era uno de los falsos profetas, hizo unos cuernos de hierro y declaró: ―El Señor promete que con estos cuernos cornearás a los sirios hasta destruirlos.


Que ponga su mejilla a quienes lo hieren, y que soporte sus insultos,


¡Jerusalén, ciudad guerrera, prepárate para la guerra, refuerza tus murallas pues nos han sitiado y el gobernante de Israel será humillado y maltratado!


―A ver, Mesías, ¡profetiza! —se burlaban—. ¿Quién te acaba de golpear?


Pero yo les digo: No paguen mal por mal. Si los abofetean en la mejilla derecha, presenten la otra.


Entonces algunos comenzaron a escupirlo, le vendaron los ojos, lo golpearon y le gritaban: ―¡Profetiza! Y los guardias también le pegaron en la cara.


»No se les olvide que si el mundo los odia, a mí me odió antes que a ustedes.


Recuerden lo que les dije: “Ningún sirviente es más que su amo”. Así que, si a mí me han perseguido, también a ustedes los perseguirán. Y si han obedecido mis palabras, también obedecerán las de ustedes.


Entonces el jefe de los sacerdotes, Ananías, ordenó a los que estaban cerca de Pablo, que lo golpearan en la boca.


Pablo respondió: ―¡Hipócrita, a usted también lo va a golpear Dios! Está sentado allí para juzgarme de acuerdo con la ley, y usted mismo la quebranta al mandar que me golpeen.


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