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1 Corintios 16:22 - Biblica® Open Nueva Biblia Viva 2008

22 Si alguien no ama al Señor, que Dios lo maldiga. ¡Ven, Señor nuestro!

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Biblia Reina Valera 1960

22 El que no amare al Señor Jesucristo, sea anatema. El Señor viene.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

22 Si alguien no ama al Señor, tal persona es maldita. Señor nuestro, ¡ven!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

22 Maldito sea el que no ama al Señor. ¡Maran atha! ¡Ven, Señor

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La Biblia Textual 3a Edicion

22 ¡Si alguno no ama al Señor,° sea anatema!° ¡Maran-atha!°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

22 El que no ama al Señor, sea anatema. Marana tha.

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1 Corintios 16:22
32 Tagairtí Cros  

Dime, amado mío, ¿dónde llevas hoy tu rebaño? ¿Dónde harás descansar tus ovejas al mediodía? ¿Por qué he de andar vagando entre los rebaños de tus compañeros?


Su boca es dulcísima, él es todo un amor. Así, oh mujeres de Jerusalén, es mi amado, ¡así es mi amor!


Ahora entonaré para el que amo un canto sobre su viña. Mi Amado tiene una viña en una fértil colina.


El que ame a su padre o madre más que a mí, no es digno de ser mío; y el que ame a su hijo o hija más que a mí, no es digno de ser mío.


»Si ustedes me aman, obedecerán mis mandamientos.


El que hace suyos mis mandamientos y los obedece, ese es el que me ama. Y al que me ama, mi Padre lo amará, y yo también lo amaré y me mostraré a él».


Jesús le contestó: ―El que me ama, obedece mi palabra. Por eso, Dios lo amará y vendremos a vivir con él.


Ellos no serían culpables de pecado, si yo no hubiera hecho entre ellos las cosas que ningún otro ha hecho. Pero ya las han visto, y a pesar de eso, me odian a mí y a mi Padre.


Él me glorificará porque tomará de lo mío y se lo dará a conocer a ustedes.


Jesús les contestó: ―Si en verdad Dios fuera su Padre, ustedes me amarían, porque vine de Dios y aquí estoy. No vine por mi propia cuenta, sino porque Dios me envió.


Fueron ante los jefes de los sacerdotes y los ancianos y les dijeron: ―Nosotros hemos jurado que no comeremos nada hasta que matemos a Pablo. Que nos caiga una maldición si esto no es así.


Estaría dispuesto a condenarme eternamente lejos de Cristo, si con ello mis hermanos, los de mi propia raza, se salvaran.


Por eso les advierto que nadie que dice mensajes del Espíritu puede maldecir a Jesús; y nadie puede decir que «Jesús es el Señor» si el Espíritu Santo no lo está ayudando.


Estando unidos a Cristo Jesús no cuenta nada si estamos circuncidados o no. Nos basta la fe que actúa a través del amor.


Que la gracia de Dios esté sobre todos los que aman a nuestro Señor Jesucristo con amor inagotable.


Que todos se den cuenta de que ustedes son amables. El Señor viene pronto.


Dios no es injusto. ¿Cómo podría él olvidar el ardor con que ustedes han trabajado o el amor que le han demostrado y le siguen demostrando al ayudar a los del pueblo santo?


Ustedes aman a Jesucristo a pesar de que no lo han visto; y aunque ahora no lo ven, creen en él y se llenan de una gran alegría,


Para ustedes los creyentes, esta piedra es preciosa. Pero para los que no creen: «La piedra que los constructores despreciaron ha llegado a ser la piedra más importante».


Como ven ustedes, si amamos a Dios es porque él nos amó primero.


Si creen ustedes que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios y el Salvador, ustedes son hijos de Dios. Y el que ama al padre ama también a los hijos.


El que da testimonio de estas cosas declara: «Sí, vengo pronto». ¡Amén! ¡Ven, Señor Jesús!


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