Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne

- Fógraí -





Oseas 6:6 - Biblia Lenguaje Básico

6 Vosotros me traéis ofrendas, pero no es eso lo que yo quiero. Lo que quiero es que me améis y que me reconozcáis como vuestro Dios.

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

6 Porque misericordia quiero, y no sacrificio, y conocimiento de Dios más que holocaustos.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

6 Quiero que demuestren amor, no que ofrezcan sacrificios. Más que ofrendas quemadas, quiero que me conozcan.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

6 Porque me gusta más el amor que los sacrificios, y el conocimiento de Dios, más que víctimas consumidas por el fuego.

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

6 Porque fidelidad quiero, y no sacrificios, Conocimiento de Dios, y no holocaustos.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

6 Porque amor quiero yo y no sacrificios, conocimiento de Dios más que holocaustos.

Féach an chaibidil Cóip




Oseas 6:6
24 Tagairtí Cros  

—Salomón, hijo mío, reconoce que el Dios de tu padre es el verdadero Dios y sírvelo con todo tu corazón y de buena gana. Porque Dios conoce las intenciones de todos y penetra los pensamientos más íntimos. Si lo buscas, él se dejará encontrar; pero si lo abandonas, él te rechazará para siempre.


Yo no considero malo que me ofrezcas animales para sacrificarlos en mi altar;


Más que recibir sacrificios, Dios prefiere que se haga justicia y que se practique la honradez.


Ante Dios, piensa bien lo que vas a decir y procura no hablar demasiado, pues Dios es más poderoso que tú.


«¿Por qué me traéis tantos animales para ofrecérmelos en sacrificio? ¡Ya estoy harto de esas ofrendas; me da asco ver tanta sangre de toros, carneros y cabritos!


¡Pues no es ese el ayuno que yo quiero! El ayuno que a mí me agrada es que liberéis a los presos encadenados injustamente, que deis la libertad a los esclavos, que dejéis de oprimir a los maltratados y que acabéis con toda injusticia.


Protegió al pobre y al necesitado, y por eso le fue bien en todo. ¡Eso sí que es conocerme!


Pero lo cierto es que, cuando yo saqué de Egipto a vuestros antepasados, no les mandé presentarme ofrendas ni hacerme sacrificios de animales.


y dijo: —¡Qué grande es Babilonia! ¡Yo fui quien la construí como residencia real para mostrar mi poder y mi grandeza!


Tu maldad te ha hecho caer, Israel. ¡Arrepiéntete y regresa a tu Dios! Ven ante él con esta oración: «Perdona nuestros pecados y acepta las alabanzas que te presentamos como ofrenda.


Aquel día, en favor de mi pueblo, haré un pacto con las fieras del campo, con los pájaros del cielo y con los reptiles que se arrastran por la tierra. Ningún animal les hará daño. Destruiré también todas las armas de guerra para que puedan vivir tranquilos.


Escuchad, israelitas, el mensaje de vuestro Dios: Yo tengo un pleito con vosotros, israelitas. Porque no sois sinceros ni amáis a vuestro prójimo. Todo el mundo mata y roba, miente y jura en falso, y no es fiel en su matrimonio. Por todos lados hay violencia y nadie conoce a Dios en el país.


Os encanta presentar ofrendas, y luego comer la carne de los animales que ofrecéis en sacrificio. Pero yo, vuestro Dios, no acepto esas ofrendas, sino que tengo presente vuestros pecados. Por eso os voy a castigar y volveréis a ser esclavos en Egipto.


¡Yo aborrezco vuestras fiestas religiosas! ¡Me disgustan vuestras reuniones!


Y esto es lo que vosotros, israelitas, respondéis: Altísimo Dios y rey nuestro, ¿cómo podemos presentarnos ante ti? Podemos ofrecerte terneros de un año, pero no es eso lo que quieres;


Pero ya Dios os ha dicho qué es lo que debéis hacer y lo que espera de vosotros: Dios quiere que seáis justos los unos con los otros y bondadosos con los más débiles, y que obedezcáis con humildad a vuestro Dios.


Vosotros no entendéis lo que Dios dijo: «No quiero que me sacrifiquéis animales, sino que améis y ayudéis a los demás». Si lo entendierais, no estaríais acusando a gente inocente.


Felices los misericordiosos, porque Dios tendrá misericordia de ellos.


Id y averiguad lo que Dios quiso decir con estas palabras: «Prefiero que seáis compasivos con la gente a que me traigáis ofrendas». Yo no he venido a llamar a los que ya son buenos, sino a los que son pecadores.


Debemos amarle con todo nuestro ser, y amar a los demás como nos amamos a nosotros mismos. Estos mandamientos son más importantes que cumplir con todos los ritos y ceremonias religiosas.


Y así, mientras que todos los que habían salido de Egipto estaban ya circuncidados, con los que nacieron en el desierto no se había llevado a cabo esta ceremonia.


Nosotros sabemos que conocemos a Dios porque obedecemos sus mandamientos.


Por eso, cualquiera que quiera mantenerse unido a Jesucristo, no puede seguir pecando. El que peca, es porque ni lo ha visto ni lo ha conocido.


Pero Samuel le dijo: —Lo que agrada a Dios es que lo obedezcan y no que le ofrezcan sacrificios. Es mejor obedecerlo que sacrificarle los mejores animales.


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí