Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne

- Fógraí -





Números 22:32 - Biblia Lenguaje Básico

32 y el ángel de Dios le dijo: —¿Por qué has golpeado a tu burra tres veces? Yo fui quien te cerró el camino, porque no me parece bien que vayas a Moab.

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

32 Y el ángel de Jehová le dijo: ¿Por qué has azotado tu asna estas tres veces? He aquí yo he salido para resistirte, porque tu camino es perverso delante de mí.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

32 —¿Por qué le pegaste a tu burra tres veces? —le preguntó el ángel del Señor—. Mira, he venido a impedirte el paso porque con terquedad te me opones.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

32 El ángel de Yavé le dijo: '¿Por qué le pegaste tres veces a tu burra? Yo vine para impedirte el paso, porque este viaje no me gusta.

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

32 Y el ángel de YHVH le dijo: ¿Por qué has azotado a tu asna estas tres veces? He aquí Yo he salido para oponerme a ti, porque tu camino es perverso delante de mí.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

32 El ángel de Yahveh le dijo: '¿Por qué has apaleado por tres veces a tu burra? Soy yo quien he salido a cerrarte el paso, porque este precipitado viaje tuyo me desagrada.

Féach an chaibidil Cóip




Números 22:32
19 Tagairtí Cros  

Dios proporciona alimento al ganado y a los polluelos de los cuervos cuando le piden de comer.


Dios mío, tu amor es tan grande que llega hasta el cielo; tan grande es tu bondad que llega hasta las nubes.


La gente honrada respeta a Dios; la de conducta malvada lo desprecia.


Todo el mundo cree hacer lo mejor, pero Dios juzga las intenciones.


La persona honrada quedará a salvo; la de mala conducta caerá en la fosa.


Vale más el pobre honrado, que el rico malvado.


¿No crees que debo preocuparme y tener compasión por la ciudad de Nínive? En esta gran ciudad viven ciento veinte mil niños y hay además mucho ganado.


Recuerda también, pueblo mío, que Balac, rey de Moab, tenía pensado hacerte daño, pero que Balaán hijo de Beor te bendijo en mi nombre. No olvides tampoco lo que ocurrió cuando pasaste de Sitín a Guilgal; reconoce que yo fui quien te salvó.


Esa noche Dios le dijo a Balaán: —Si esos hombres han venido a buscarte para que vayas con ellos, vete; pero solo harás lo que yo te diga.


Una vez en marcha, Dios se enfureció con Balaán por haberse ido con ellos. Por eso, el ángel de Dios se puso en medio del camino para no dejarlo pasar. Balaán iba montado en su burra, y sus dos ayudantes iban con él.


En ese momento, Dios hizo que la burra hablara y le dijera a Balaán: —¿Qué te hecho? ¿Por qué me has golpeado tres veces? Balaán respondió:


Si tu burra no me hubiera visto apartándose de mí tres veces, ya te habría matado y a ella la habría dejado con vida.


Y el ángel de Dios le contestó: —Vete con esos hombres, pero solo dirás lo que yo te mande. Balaán se fue entonces con los jefes que había enviado el rey Balac.


—Eres un hijo del diablo, un mentiroso y un malvado. A ti no te gusta hacer el bien. ¿Cuándo vas a dejar de torcer los caminos rectos del Señor?


Tampoco podrán participar los amonitas, ni los moabitas, ni sus descendientes.


No impidáis que el buey coma mientras está trillando.


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí