Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne

- Fógraí -





Nehemías 1:4 - Biblia Lenguaje Básico

4 Cuando oí esto, me senté y rompí a llorar. Durante varios días estuve muy triste y no comí nada. Entonces dirigí a Dios esta oración:

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

4 Cuando oí estas palabras me senté y lloré, e hice duelo por algunos días, y ayuné y oré delante del Dios de los cielos.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

4 Cuando oí esto, me senté a llorar. De hecho, durante varios días estuve de duelo, ayuné y oré al Dios del cielo,

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

4 Al oír eso, me senté y me puse a llorar. Y durante muchos días permanecí sumido en la tristeza: ayunaba y oraba ante el Dios del Cielo,

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

4 Cuando oí estas palabras me senté, lloré, e hice duelo por algunos días, y ayuné y oré ante el Dios de los cielos,

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

4 Al oír estas palabras, me senté y rompí a llorar, hice duelo durante algunos días, ayuné y oré ante el Dios del cielo.

Féach an chaibidil Cóip




Nehemías 1:4
22 Tagairtí Cros  

David no comía nada, y se pasaba toda la noche tirado en el suelo, rogando a Dios que curara al niño.


«He visto tu arrepentimiento y tu humilde actitud al escuchar la desgracia que he anunciado contra este lugar y sus habitantes, una desgracia que será terrible. He visto que has rasgado tu ropa y has llorado ante mí. Pues bien, yo también te he escuchado —te doy mi palabra—


«Esto dice Ciro, rey de Persia: “El Dios de los cielos, que es dueño de todo, me hizo rey de todas las naciones y me encargó que le construya un Templo en la ciudad de Jerusalén, que está en la región de Judá.


Mientras Esdras estaba de rodillas frente al Templo, reconociendo el pecado del pueblo, una gran cantidad de hombres, mujeres y niños se juntó alrededor de él, llorando amargamente.


Al saber esto, rasgué mis ropas, me arranqué los cabellos y la barba para demostrar mi dolor, y lleno de tristeza me senté en el suelo.


A la hora del sacrificio de la tarde me recuperé de mi tristeza. Sin quitarme mis ropas rasgadas me puse de rodillas delante de mi Dios y, extendiendo mis brazos,


Yo les contesté: —Dios todopoderoso hará que tengamos éxito. Y somos nosotros, sus siervos, quienes vamos a hacer los trabajos de reconstrucción. Vosotros no tenéis autoridad ni derecho alguno en Jerusalén, pues no formáis parte de su historia.


El rey me preguntó: —¿Hay algo que pueda hacer por ti? Entonces, después de pedir ayuda a Dios todopoderoso,


¡Alabemos al Dios del cielo porque nunca deja de amarnos!


Cuando estábamos en Babilonia, lejos de nuestro país, solíamos sentarnos a la orilla de sus ríos. ¡No podíamos contener el llanto al acordarnos de Jerusalén!


Jonás respondió: —Soy hebreo y adoro al Dios soberano y creador de todas las cosas. Lo que está pasando es culpa mía, pues estoy huyendo de él.


como en un día de fiesta». Porque yo, vuestro Dios, alejaré de vosotros la desgracia y la vergüenza que ahora sentís.


Si alguno está alegre, alegraos con él; si alguno está triste, acompañadlo en su tristeza.


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí