Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne

- Fógraí -





Mateo 27:25 - Biblia Lenguaje Básico

25 Y la gente contestó: —¡Nosotros y nuestros hijos seremos responsables de la muerte de este hombre!

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

25 Y respondiendo todo el pueblo, dijo: Su sangre sea sobre nosotros, y sobre nuestros hijos.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

25 Y la gente respondió a gritos: —¡Nos haremos responsables de su muerte, nosotros y nuestros hijos!

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

25 Y todo el pueblo contestó: '¡Que su sangre caiga sobre nosotros y sobre nuestros hijos!'

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

25 Y todo el pueblo respondió y dijo: ¡Su sangre sea sobre nosotros y sobre nuestros descendientes!°

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

25 Y todo el pueblo respondió: '¡Caiga su sangre sobre nosotros y sobre nuestros hijos!'.

Féach an chaibidil Cóip




Mateo 27:25
20 Tagairtí Cros  

Dios hará que Joab sea el culpable de su propia muerte. Porque él atacó y mató a dos hombres más justos y mejores que él, sin que lo supiera mi padre David. Mató a Abner hijo de Ner, que era jefe del ejército israelita, y a Amasá hijo de Jéter, que era jefe del ejército de Judá.


No te arrodillarás ante ellos ni harás cultos en su honor. Yo soy el Dios de Israel y soy un Dios celoso. Yo castigo a los hijos, nietos y bisnietos de quienes me odian,


No contaminaréis el territorio en que vivís porque si derramáis sangre, la tierra quedará contaminada y solo se purificará con la muerte de quien la derramó.


Cualquiera que caiga sobre la piedra que despreciaron los constructores se estrellará sobre ella. Y si la piedra cae sobre alguien, lo aplastará.


Pero los judíos se pusieron en contra de Pablo y no paraban de insultarlo, Pablo se sacudió el polvo de su ropa en señal de rechazo y les dijo: —Si Dios os castiga, la culpa será vuestra y no mía. De ahora en adelante me dedicaré a los que no son judíos.


—¿Acaso no os habíamos prohibido que enseñarais en nombre de ese tal Jesús? ¿Por qué no nos habéis obedecido? Resulta que habéis llenado Jerusalén con vuestras enseñanzas y hasta nos acusáis de haberlo matado.


Ellos trataron mal a todos los profetas, y mataron a los que anunciaron la venida de Jesús, el Mesías a quien vosotros habéis traicionado y matado.


De este modo no será derramada sangre inocente en la tierra que Dios os va a dar en posesión, y vosotros no seréis responsables de ninguna muerte.


No tengáis piedad con ningún asesino. No permitáis que en Israel muera gente inocente. Así os irá bien en todo lo que hagáis.


Si alguno de ellos sale a la calle, morirá, y nosotros no tendremos la culpa de su muerte; pero si alguien sufre algún daño dentro de la casa, nosotros seremos los culpables.


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí