Mateo 23:27 - Biblia Lenguaje Básico

²⁷ ¡Qué mal vais a acabar hipócritas, maestros de la Ley y fariseos! Vosotros sois como tumbas pintadas de blanco y hermosas por fuera, pero por dentro están llenas de suciedad y huesos podridos.

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

²⁷ ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera, a la verdad, se muestran hermosos, mas por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia.

Biblia Nueva Traducción Viviente

²⁷ »¡Qué aflicción les espera, maestros de la ley religiosa y fariseos! ¡Hipócritas! Pues son como tumbas blanqueadas: hermosas por fuera, pero llenas de huesos de muertos y de toda clase de impurezas por dentro.

Biblia Católica (Latinoamericana)

²⁷ ¡Ay de ustedes, maestros de la Ley y fariseos, que son unos hipócritas! Ustedes son como sepulcros bien pintados, que se ven maravillosos, pero que por dentro están llenos de huesos y de toda clase de podredumbre.

La Biblia Textual 3a Edicion

²⁷ ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas! que os parecéis a sepulcros blanqueados,° los cuales a la verdad se muestran hermosos por fuera, mas por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

²⁷ ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que parecéis sepulcros blanqueados: que por fuera aparecen vistosos, mas por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda impureza!

Mateo 23:27 Tagairtí Cros

Proverbios 26:23

Los piropos del malvado son tan engañosos como una olla de barro barnizada.

Mateo 23:28

Así vosotros, por fuera parecéis honrados, pero por dentro estáis llenos de maldad.

Lucas 11:44

¡Qué mal vais a acabar! Y es que sois como tumbas ocultas, que la gente pisa sin saberlo.

Hechos 23:3

Pero Pablo le dijo: —Dios te va a golpear a ti, ¡hipócrita! Tú tienes que juzgarme de acuerdo con la Ley. Y si es así, ¿por qué la desobedeces ordenando que me golpeen?

Gálatas 6:12

Los que quieren obligaros a circuncidaros, solo desean quedar bien con la gente. No quieren sufrir por anunciar el mensaje de la cruz de Cristo.