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Mateo 18:27 - Biblia Lenguaje Básico

27 El rey sintió compasión de su empleado y le dijo: «Vete tranquilo; te perdono todo lo que me debes».

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Biblia Reina Valera 1960

27 El señor de aquel siervo, movido a misericordia, le soltó y le perdonó la deuda.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

27 Entonces el amo sintió mucha lástima por él, y lo liberó y le perdonó la deuda.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

27 El rey se compadeció y lo dejó libre; más todavía, le perdonó la deuda.

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La Biblia Textual 3a Edicion

27 Y movido a compasión, el señor de aquel siervo lo soltó y le perdonó la deuda.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

27 Movido a compasión el señor de aquel siervo lo dejó en libertad y, además, le perdonó la deuda.

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Mateo 18:27
11 Tagairtí Cros  

Se olvidaron de los milagros que tú hiciste en su favor. Fueron desobedientes y nombraron a un jefe para que los llevara a Egipto, de vuelta a la esclavitud. Luego hicieron un toro de metal y dijeron que ese era su dios, el dios que los sacó de Egipto. Pero tú no los abandonaste, pues eres tierno y compasivo, y siempre estás dispuesto a perdonar. No te enfadas con facilidad, y es tanto tu amor que en ti se puede confiar.


Dios mío, tú eres tierno y bondadoso; no te enfadas fácilmente, y es muy grande tu amor. Eres bueno con todo lo que has hecho, y de todos tienes compasión.


Pero Dios, que es compasivo, perdonó su maldad y no los destruyó. Más de una vez refrenó su ira,


Pero tú, mi Dios, eres bondadoso y compasivo; eres paciente y es fiel tu amor.


Dios mío, tú eres bueno y sabes perdonar; ¡qué grande es tu amor con los que te invocan!


Israelitas, yo no puedo abandonaros. No sería capaz de hacerlo. No podría destruiros, como destruí a la gente malvada de Adamá y Seboín. ¡Mi gran amor por vosotros no me lo permite!


Al salir del palacio del rey, ese empleado se encontró con un compañero que le debía cien monedas de plata. Lo agarró por el cuello y le dijo: «¡Págame ahora mismo lo que me debes!».


Entonces el rey mandó llamar a aquel empleado y le dijo: «¡Qué malvado eres! Te perdoné todo lo que me debías, porque me lo suplicaste.


Como ninguna tenía con qué pagar, el prestamista les perdonó a los dos lo que debían. ¿Qué opinas tú? ¿Cuál de las dos le estará más agradecida?


Simón contestó: —Sin duda aquella a quien perdonó más. —¡Muy bien! —dijo Jesús.


Se desprendieron entonces de los dioses falsos que tenían, y volvieron a adorar a Dios que se compadeció al ver cómo sufría su pueblo.


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