Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne

- Fógraí -





Mateo 13:52 - Biblia Lenguaje Básico

52 Jesús les dijo: —Todo maestro de la Ley que se hace discípulo del reino de Dios, se parece al amo de casa que de su despensa saca cosas nuevas y cosas viejas.

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

52 Él les dijo: Por eso todo escriba docto en el reino de los cielos es semejante a un padre de familia, que saca de su tesoro cosas nuevas y cosas viejas.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

52 Entonces añadió: —Todo maestro de la ley religiosa que se convierte en un discípulo del reino del cielo es como el propietario de una casa, que trae de su depósito joyas de la verdad tanto nuevas como viejas.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

52 Entonces Jesús dijo: 'Está bien: cuando un maestro en religión ha sido instruido sobre el Reino de los Cielos, se parece a un padre de familia que siempre saca de sus armarios cosas nuevas y viejas.

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

52 Él les dijo: Por esto, todo escriba docto en el reino de los cielos es semejante a un padre de familia, que de su tesoro va sacando° cosas nuevas y cosas viejas.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

52 Entonces les dijo: 'Por eso todo escriba convertido en discípulo del reino de los cielos se parece a un dueño de casa que saca de su almacén lo nuevo y lo viejo'.

Féach an chaibidil Cóip




Mateo 13:52
31 Tagairtí Cros  

Yo, el rey Artajerjes, ordeno a todos los tesoreros de la provincia al oeste del río Éufrates lo siguiente: Si Esdras, sacerdote y maestro conocedor de la ley del Dios todopoderoso, os pide algo, se lo entregaréis sin falta.


Esdras era un sacerdote y un maestro que conocía muy bien la ley que Dios había dado por medio de Moisés; la estudiaba constantemente, la cumplía y la enseñaba a los judíos. Como Esdras gozaba del poder divino, el rey Artajerjes le concedió todo lo que le pidió. Así Esdras logró salir de Babilonia el día primero del mes de Abib, durante el séptimo año del reinado de Artajerjes, y llegó a Jerusalén el día primero del mes de Ab de ese mismo año. Lo acompañaba un grupo de judíos, entre los que, además de sacerdotes y levitas, había cantores, guardianes y servidores del Templo de Dios. Esdras llevaba una carta del rey Artajerjes que decía así:


El premio de los buenos es la vida misma; el de los sabios es el aprecio de la gente.


Cuando los sabios hablan, comparten su conocimiento; cuando lo hacen los necios, sucede todo lo contrario.


Las palabras humanas son misteriosas, el manantial de sabiduría es río caudaloso.


Cuando amanezca, iremos a los viñedos a ver si ya tienen brotes, si se abren ya los capullos y están los granados en flor. ¡Allí te entregaré mi amor!


Jesús preguntó entonces a sus discípulos: —¿Entendéis todas estas enseñanzas? Ellos contestaron: —Sí, las entendemos.


Cuando Jesús terminó de enseñar con estas parábolas, se fue de allí.


Os enviaré profetas, sabios y maestros, pero a algunos los mataréis o los crucificaréis; a otros los golpearéis en las sinagogas, y a otros los perseguiréis por todas las ciudades.


Id y haced discípulos míos en todos los países de la tierra. Bautizadlos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.


Por eso Dios ha dicho sabiamente acerca de vosotros: «Yo os enviaré profetas y apóstoles, pero mataréis a algunos de ellos, y a otros los perseguiréis por todas las ciudades».


Os doy un mandamiento nuevo: Amaos unos a otros de la misma manera que yo os he amado.


Parece que estamos tristes, pero en realidad estamos contentos. Parece que somos pobres, pero hacemos ricos a muchos. Parece que no tenemos nada, pero lo tenemos todo.


Si leéis lo que escribí, sabréis cómo entiendo ese plan que Dios ha llevado a cabo por medio de Jesucristo.


Eso lo aprendisteis de labios de Epafras, nuestro querido compañero de trabajo, que tan fielmente os sirve por amor a Jesucristo.


Que el mensaje de Cristo, con toda su riqueza, llene vuestras vidas para que os corrijáis y os enseñéis unos a otros de manera inteligente. Cantad salmos, himnos y cantos espirituales, dando gracias a Dios de todo corazón.


Y no debe ser alguien que hace poco tiempo que es creyente, pues puede volverse orgulloso, y entonces merecería el mismo castigo que el diablo.


No deberán creer otro mensaje que no sea el verdadero. Así podrán animar a otros por medio de la buena enseñanza y convencer de que están equivocados a los que se oponen a ella.


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí