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Marcos 3:3 - Biblia Lenguaje Básico

3 Jesús dijo al hombre de la mano atrofiada: —Levántate y ponte en medio de todos.

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Biblia Reina Valera 1960

3 Entonces dijo al hombre que tenía la mano seca: Levántate y ponte en medio.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

3 Jesús le dijo al hombre con la mano deforme: «Ven y ponte de pie frente a todos».

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Biblia Católica (Latinoamericana)

3 Jesús dijo al hombre que tenía la mano paralizada: 'Ponte de pie y colócate aquí en medio.

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La Biblia Textual 3a Edicion

3 Dice al hombre que tenía la mano seca: Ponte° en el medio.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

3 Dice entonces al hombre que tenía la mano seca: 'Ponte aquí delante'.

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Marcos 3:3
12 Tagairtí Cros  

No tendrá un momento de descanso hasta que haya establecido la justicia en esta tierra. ¡Los países de las islas del mar esperan recibir sus enseñanzas!».


El rey Darío firmó la ley de acuerdo con la petición de sus consejeros.


Allí había un hombre que tenía una mano atrofiada. Como los fariseos buscaban la manera de acusar de algo malo a Jesús, le preguntaron: —Según tú ¿está permitido curar a una persona en sábado?


Los fariseos estaban vigilando a Jesús para ver si curaba a ese hombre en sábado, y poder así acusarlo de trabajar en el día de descanso.


Luego, les preguntó a los que estaban allí: —¿Qué es correcto hacer en sábado: el bien o el mal?, ¿salvar una vida o destruirla? Pero nadie le contestó.


Jesús se dio cuenta de lo que ellos estaban pensando; entonces llamó al hombre que no podía mover la mano y le dijo: —Levántate, y ponte de pie en medio de todos. El hombre se levantó y se puso en el centro.


Mientras yo esté con vosotros, debemos hacer el trabajo que Dios mi Padre nos ha mandado hacer; vendrá el momento en que ya nadie podrá trabajar.


Por eso, mis queridos hermanos, manteneos firmes, y nunca dejéis de trabajar más y más por ser buenos cristianos. Y sabed que nada de lo que hacéis para el Señor es inútil.


Así que no nos cansemos de hacer el bien porque, si no nos cansamos de hacerlo, Dios nos premiará a su debido tiempo.


Además, al verme así, muchos hermanos se han animado a anunciar el mensaje de Dios sin miedo y con más confianza en el Señor Jesucristo.


Así pues, debéis estar dispuestos a sufrir, igual que Cristo sufrió como hombre para acabar así con el pecado.


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