Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne

- Fógraí -





Lucas 15:29 - Biblia Lenguaje Básico

29 Pero él, muy enfadado, le dijo: «He trabajado para ti desde hace muchos años y nunca te he desobedecido; pero a mí jamás me has dado ni siquiera un cabrito para que haga una fiesta con mis amigos.

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

29 Mas él, respondiendo, dijo al padre: He aquí, tantos años te sirvo, no habiéndote desobedecido jamás, y nunca me has dado ni un cabrito para gozarme con mis amigos.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

29 pero él respondió: “Todos estos años, he trabajado para ti como un burro y nunca me negué a hacer nada de lo que me pediste. Y en todo ese tiempo, no me diste ni un cabrito para festejar con mis amigos.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

29 Pero él le contestó: 'Hace tantos años que te sirvo sin haber desobedecido jamás ni una sola de tus órdenes, y a mí nunca me has dado un cabrito para hacer una fiesta con mis amigos.

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

29 Pero él respondió al padre diciendo: He aquí, tantos años te sirvo y jamás quebranté un mandato tuyo, y nunca me diste un cabrito para regocijarme° con mis amigos,

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

29 Él contestó a su padre: 'De modo que hace ya tantos años que te vengo sirviendo, sin haber quebrantado jamás ninguna orden tuya, y nunca me diste un cabrito para que yo celebrara alegremente una fiesta con mis amigos;

Féach an chaibidil Cóip




Lucas 15:29
23 Tagairtí Cros  

Un pueblo que anda diciendo: "No os acerquéis a nosotros; somos un pueblo elegido por Dios". Es un pueblo tan molesto como el humo en las narices, como un fuego que arde todo el día.


Pues habéis dicho que no vale la pena servir al Dios todopoderoso, que no habéis sacado ningún provecho en cumplir sus mandamientos y en mortificaros ante él.


diciéndole: «Los que llegaron a las cinco de la tarde han trabajado solo una hora, pero tú les has pagado a ellos lo mismo que a nosotros, que trabajamos todo el día aguantando el calor. Eso no es justo».


Entonces el hermano mayor se enfadó mucho y no quiso entrar. Su padre tuvo que salir a rogarle que entrara.


¡Y ahora que vuelve ese hijo tuyo, después de malgastar todo tu dinero con prostitutas, para celebrarlo matas para el ternero más gordo!».


De la misma manera, hay más alegría en el cielo por un pecador que se convierta a Dios, que por noventa y nueve personas buenas que no necesitan convertirse.


De modo que, cuando hayáis hecho todo lo que Dios os manda, no esperéis que os dé las gracias. Más bien, pensad: «Solo somos unos siervos inútiles que no hemos hecho más que cumplir con nuestra obligación».


Una vez, Jesús hablaba con unas personas, de esas que se creen muy buenas y que siempre están despreciando a los demás. Jesús les contó esta parábola:


No comprenden que solo Dios nos puede declarar inocentes. Por eso han tratado de hacer algo para que Dios los acepte pero, en realidad, han rechazado la manera en que Dios quiere aceptarlos.


El simple cumplimiento de la ley no nos hace inocentes ante Dios; la ley solo sirve para que reconozcamos que somos pecadores.


Ante Dios, no podemos estar orgullosos de nada. Pues Dios nos acepta porque creemos en Jesucristo, y no por cumplir la ley de Moisés.


Cuando yo todavía no conocía la ley, vivía tranquilo; pero cuando conocí la ley, me di cuenta de que era un gran pecador


Si alguien tiene oídos, que ponga atención a lo que el Espíritu de Dios dice a las iglesias. A los que salgan vencedores les daré a comer del maná escondido y les entregaré una piedra blanca. Sobre esa piedra está escrito un nuevo nombre que nadie conoce. Solamente lo conocerán los que reciban la piedra.


Andas diciendo que eres rico, que te ha ido muy bien y que no necesitas de nada. Pero no te das cuenta de que eres un pobre ciego, desdichado y miserable, y que estás desnudo.


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí