Tan grande es la mancha de vuestro pecado que ni el mejor jabón del mundo podrá quitar de vosotros esa mancha. Yo os he cuidado como se cuida al mejor viñedo. Vuestros antepasados me obedecieron, pero vosotros os habéis convertido en viña degenerada que solo produce uvas podridas. Soy yo, Dios, quien lo asegura.