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Lucas 11:51 - Biblia Lenguaje Básico

51 comenzando por la muerte de Abel y terminando por la del profeta Zacarías, al que mataron entre el Templo y el altar de los sacrificios. Os aseguro que todos vosotros seréis castigados por esto.

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Biblia Reina Valera 1960

51 desde la sangre de Abel hasta la sangre de Zacarías, que murió entre el altar y el templo; sí, os digo que será demandada de esta generación.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

51 desde el asesinato de Abel hasta el de Zacarías, a quien mataron entre el altar y el santuario. Sí, de verdad se culpará a esta generación.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

51 desde la sangre de Abel, hasta la de Zacarías, que fue asesinado entre el altar y el Santuario. Sí, yo se lo aseguro: la generación presente es la que tendrá que responder.

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La Biblia Textual 3a Edicion

51 desde la sangre de Abel° hasta la sangre de Zacarías, que fue asesinado entre el altar y el santuario. En verdad os digo, esto será demandado° de esta generación.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

51 desde la sangre de Abel hasta la sangre de Zacarías, asesinado entre el altar y el santuario. Sí, os digo que se le pedirá cuenta a esta generación.

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Lucas 11:51
9 Tagairtí Cros  

Después tuvo otro hijo, hermano de Caín que se llamó Abel. Caín se dedicó a cultivar la tierra, mientras que Abel fue pastor de ovejas.


Diles que son una nación mentirosa que no ha querido obedecerme ni ha aceptado ser corregida.


Yo soy el profeta Zacarías, hijo de Berequías y nieto de Idó. El Dios todopoderoso me habló en el octavo mes, el mes de Bul, durante el segundo año del gobierno de Darío, rey de Persia. Este es el mensaje que Dios me ha dado: —Vuestros antepasados me han ofendido mucho, pero estoy dispuesto a perdonaros si me pedís perdón. Esto es lo que os digo yo, que soy el Dios todopoderoso.


Por eso, seréis culpables de la muerte de toda persona buena en el mundo; comenzando por la muerte de Abel hasta terminar con la muerte del profeta Zacarías, que era hijo de Berequías. A este profeta lo mataron entre el Templo y el altar de los sacrificios.


Abel tuvo fe en Dios y por eso le ofreció un sacrificio más valioso que el de Caín. La fe hizo que Dios considerase a Abel como justo y que aceptara sus ofrendas. Y aunque Abel ya está muerto, todavía podemos aprender mucho de la fe que tuvo en Dios.


Os habéis acercado a Jesús, y recordad que, por medio de él, Dios hizo un nuevo pacto con vosotros. La sangre que derramó Jesús en la cruz, y con la que hemos sido rociados, dice mucho más que la sangre derramada por Abel.


No debemos ser como Caín, que era como un hijo del diablo y por eso mató a su hermano. ¿Y por qué lo mató? Porque lo que Caín hacía era malo, y lo que hacía su hermano era bueno.


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