Lucas 10:20 - Biblia Lenguaje Básico20 Sin embargo, no os alegréis de que los malos espíritus os obedezcan. Alegraos más bien de que vuestros nombres estén escritos en el libro del cielo. Féach an chaibidilTuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 196020 Pero no os regocijéis de que los espíritus se os sujetan, sino regocijaos de que vuestros nombres están escritos en los cielos. Féach an chaibidilBiblia Nueva Traducción Viviente20 Pero no se alegren de que los espíritus malignos los obedezcan; alégrense porque sus nombres están escritos en el cielo. Féach an chaibidilBiblia Católica (Latinoamericana)20 Sin embargo, alégrense no porque los demonios se someten a ustedes, sino más bien porque sus nombres están escritos en los cielos. Féach an chaibidilLa Biblia Textual 3a Edicion20 Pero no os regocijéis por esto, de que los espíritus se os someten, sino regocijaos de que vuestros nombres están inscritos en los cielos. Féach an chaibidilBiblia Serafín de Ausejo 197520 Sin embargo, no os alegréis de eso: de que los espíritus se os sometan; alegraos más bien de que vuestros nombres están ya inscritos en el cielo'. Féach an chaibidil |
y donde están todos aquellos a quienes Dios ha tratado como a hijos primogénitos y a quienes ha dado el derecho de vivir en el cielo. Vosotros os habéis acercado a Dios, que juzgará a todo el mundo y os habéis acercado también a los espíritus de las personas que viviendo rectamente han alcanzado la perfección.
Ese monstruo que has visto es alguien que antes vivía, pero que ya no existe. Va a salir del Abismo profundo, pero solo para ser destruido. Y los habitantes de la tierra que no están anotados en el libro de la vida desde antes de la creación del mundo se quedarán asombrados cuando vean reaparecer a ese monstruo que antes estuvo vivo, pero que ya no existe.
Y vi que todos los que habían muerto, tanto los humildes como los poderosos, estaban de pie delante del trono. Y fueron abiertos los libros. También se abrió el libro donde están escritos los nombres de todos los que vivirán con Dios para siempre. Los muertos fueron juzgados de acuerdo con lo que habían hecho y según lo que decían los libros.