Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne

- Fógraí -





Levítico 7:24 - Biblia Lenguaje Básico

24 La grasa de los animales muertos o despedazados por las fieras podréis usarla para lo que queráis, pero no para comerla.

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

24 La grosura de animal muerto, y la grosura del que fue despedazado por fieras, se dispondrá para cualquier otro uso, mas no la comeréis.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

24 Nunca deberás comer la grasa de un animal encontrado muerto o despedazado por animales salvajes, aunque puede usarse para cualquier otro propósito.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

24 La grasa de animal muerto o destrozado podrá servir para cualquier uso, pero no la comerán.

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

24 La grasa de animal muerto o la grasa de animal despedazado podrán servir para cualquier uso, pero ciertamente no la comeréis.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

24 La grasa de un animal muerto o despedazado podrá utilizarse para cualquier otro uso, pero no la comeréis.

Féach an chaibidil Cóip




Levítico 7:24
8 Tagairtí Cros  

Vosotros seréis un pueblo consagrado a mí. No comáis la carne de animales que hayan sido despedazados por las fieras salvajes. Esa carne se la deberéis echar a los perros.


Yo le contesté: —Dios mío, yo nunca he comido nada contaminado, pues tú me rechazarías. Nunca he comido la carne de animales muertos o despedazados por las fieras. ¡Ni siquiera cuando era niño lo hice!


Ningún sacerdote debe comer la carne de algún animal que sea encontrado muerto o que haya sido despedazado por las fieras.


Cuando cualquier persona nacida en el país o inmigrante encuentre un animal ya muerto o destrozado por las fieras y coma de él, quedará impuro hasta el anochecer, y deberá lavar su ropa y bañarse para recuperar su estado de pureza.


Ningún sacerdote, si no quiere quedar contaminado, puede comer carne de animales que se hayan encontrado muertos o destrozados por las fieras. Yo soy vuestro Dios.


El que coma grasa de los animales que se ofrecen para quemarlos en mi honor, deberá ser expulsado del pueblo.


Si un animal se muere, no comáis su carne, pues sois un pueblo que pertenece a Dios. Podréis, sin embargo, dársela a cualquier inmigrante que viva entre vosotros o vendérsela a uno de fuera que esté de paso. No deberéis cocinar un cabrito hirviéndolo en la leche de su madre.


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí