pero me respondieron que ni ellos ni sus hijos acostumbraban beber vino, porque su antepasado Jonadab, hijo de Recab, se lo había prohibido. También me dijeron que tenían prohibido sembrar semillas, plantar viñedos, tener propiedades y construir casas. Jonadab les había dicho que, si querían vivir mucho tiempo en la tierra donde vivían como extranjeros, tenían que habitar siempre en tiendas de campaña. Los recabitas habían seguido al pie de la letra todas las instrucciones de su antepasado Jonadab.