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Juan 8:43 - Biblia Lenguaje Básico

43 Vosotros no podéis entender lo que os digo, porque sois incapaces de escuchar mi mensaje.

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Biblia Reina Valera 1960

43 ¿Por qué no entendéis mi lenguaje? Porque no podéis escuchar mi palabra.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

43 ¿Por qué no pueden entender lo que les digo? ¡Es porque ni siquiera toleran oírme!

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Biblia Católica (Latinoamericana)

43 ¿Por qué no entienden mi lenguaje? Porque no pueden acoger mi mensaje.

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La Biblia Textual 3a Edicion

43 ¿Por qué no entendéis mi lenguaje? Porque no podéis oír° mi palabra.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

43 ¿Por qué no entendéis mi lenguaje? Es que no podéis escuchar mi palabra.

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Juan 8:43
18 Tagairtí Cros  

Los malvados no entienden nada acerca de la justicia, pero los que buscan a Dios lo entienden todo.


Esa gente no entiende nada. Están tan confundidos y cegados que no pueden comprender nada.


Entonces Dios me dijo: —Vete y dile a este pueblo: «Por más que oigáis, no vais a entender; por más que miréis, no vais a comprender».


Pero ¿a quién me dirigiré, Dios mío?, ¿a quién hablaré para que me hagan caso? Se tapan los oídos porque no quieren escuchar. Se burlan de la palabra de Dios porque no la quieren obedecer.


Israelitas, dejad ya esos ídolos inútiles. Soy yo quien os cuida y quien escucha vuestras oraciones. Yo que soy como un abeto siempre verde y de mí procede tu bienestar.


Pero esas naciones no saben lo que tengo pensado hacer; no saben que las he reunido para trillarlas como el trigo en la era.


Su mente es incapaz de entender; y como tienen duro el oído y cerrados los ojos, ni ven, ni oyen, ni entienden. Así que no se convierten a mí para que yo los sane».


Os aseguro también que está llegando el momento, mejor dicho, ya ha llegado, en que los que han muerto oirán mi voz, la voz del Hijo de Dios, y quienes la oigan tendrán vida eterna.


Él es mi Padre, y me ha enviado, pero vosotros no me habéis aceptado. Sin embargo, si alguien viene por su propia cuenta, sí lo recibís.


Cuando muchos de los que seguían a Jesús le oyeron enseñar esto, dijeron: —Esta enseñanza es muy difícil de aceptar. ¿Quién puede admitirla?


Si alguien quiere obedecer a Dios, podrá comprobar si lo que yo enseño es cosa de Dios o si hablo por mi propia cuenta.


Sin embargo, ellos no entendieron que Jesús les estaba hablando de Dios, su Padre.


Ellos le contestaron: —Nosotros somos descendientes de Abrahán y nunca hemos sido esclavos de nadie. ¿Por qué dices que seremos libres?


Ellos le dijeron: —¡Nuestro padre es Abrahán! Entonces Jesús les contestó: —Si de verdad fuerais descendientes de Abrahán, haríais lo que él hizo.


¡Qué tercos sois! Tenéis el corazón endurecido y os negáis a escuchar el mensaje de Dios. Siempre habéis desobedecido al Espíritu Santo demostrando que sois igual que vuestros antepasados.


Nadie entiende nada. Nadie busca a Dios.


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