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Juan 18:37 - Biblia Lenguaje Básico

37 —Entonces ¿eres verdaderamente rey? —insistió Pilato. Y Jesús le contestó: —Efectivamente, soy rey, como tú dices. Yo he nacido y he venido al mundo para ser testigo de la verdad. Y todos los que conocen y dicen la verdad me escuchan.

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Biblia Reina Valera 1960

37 Le dijo entonces Pilato: ¿Luego, eres tú rey? Respondió Jesús: Tú dices que yo soy rey. Yo para esto he nacido, y para esto he venido al mundo, para dar testimonio a la verdad. Todo aquel que es de la verdad, oye mi voz.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

37 Pilato le dijo: —¿Entonces eres un rey? —Tú dices que soy un rey —contestó Jesús—. En realidad, yo nací y vine al mundo para dar testimonio de la verdad. Todos los que aman la verdad reconocen que lo que digo es cierto.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

37 Pilato le preguntó: 'Entonces, ¿tú eres rey?' Jesús respondió: 'Tú lo has dicho: yo soy Rey. Yo doy testimonio de la verdad, y para esto he nacido y he venido al mundo. Todo el que está del lado de la verdad escucha mi voz.

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La Biblia Textual 3a Edicion

37 Le dijo entonces Pilato: ¿Así que tú eres rey? Jesús respondió: Tú dices que soy rey. Yo, para esto he nacido y para esto he venido al mundo: para dar testimonio de la verdad. Todo el que es de la verdad, oye mi voz.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

37 Entonces le dijo Pilato: '¿Conque tú eres rey?'. Respondió Jesús: 'Sí, soy rey. Para esto he nacido y para esto he venido al mundo: para ser testigo de la verdad. Todo el que es de la verdad escucha mi voz'.

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Juan 18:37
26 Tagairtí Cros  

Yo lo puse a él por testigo, para que guiara y enseñara a todas las naciones.


Jesús le respondió: —Tú lo has dicho. Y déjame decirte que dentro de poco tiempo me veréis a mí, el Hijo del hombre, venir sobre las nubes del cielo con el poder y la autoridad que me da Dios todopoderoso.


Cuando Jesús estuvo ante Pilato, el gobernador, este le preguntó: —¿Eres en verdad el rey de los judíos? Jesús respondió: —Tú lo dices.


Jesús le respondió: —Sí, lo soy. Y me veréis a mí, el Hijo del hombre, venir entre las nubes del cielo con el poder y la autoridad que Dios todopoderoso me da.


Pilato preguntó a Jesús: —¿Eres en verdad el rey de los judíos? Jesús respondió: —Tú lo dices.


Entonces todos le preguntaron: —¿Así que tú eres el Hijo de Dios? Jesús respondió: —Vosotros mismos lo habéis dicho.


Pilato preguntó a Jesús: —¿De verdad eres el rey de los judíos? Jesús respondió: —Tú lo dices.


Y aquel que es la Palabra se hizo hombre y habitó entre nosotros. Vimos el poder que le pertenece como Hijo único del Padre, que le ha llenado de gracia y de verdad.


Jesús le respondió: —Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie puede llegar al Padre si no es por medio de mí.


pues da testimonio de todo lo que ha visto y oído. Sin embargo, nadie quiere aceptar lo que él dice.


Si alguien quiere obedecer a Dios, podrá comprobar si lo que yo enseño es cosa de Dios o si hablo por mi propia cuenta.


Jesús les respondió: —Aunque yo hable bien de mí mismo, lo que digo es cierto. Porque yo sé de dónde he venido, y a dónde voy; sin embargo, vosotros no lo sabéis.


Por eso no me creéis a mí que digo la verdad.


¿Quién de vosotros puede acusarme de haber hecho algo malo? Y si digo la verdad, ¿por qué no me creéis?


Los hijos de Dios escuchan con atención todo lo que él dice. Vosotros, en cambio, como no sois sus hijos, no le hacéis caso.


Delante de Dios, que creó todo lo que existe, y delante de Jesucristo, que ante Pilato dio un hermoso testimonio, te pido solemnemente


Ahora obedecéis el verdadero mensaje de Dios y habéis suprimido todo lo que impide que os améis unos a otros como hermanos. Así que, amaos sinceramente unos a otros, con todo vuestro corazón y con todas vuestras fuerzas.


Por eso os escribo, porque sé que conocéis la verdad y sabéis que quien la conoce no puede mentir.


El amor que nos tenemos demuestra que hemos pasado de la muerte a la vida. Pero si no os amáis unos a otros, es porque todavía estáis bajo el poder de la muerte.


Solo así sabremos que poseemos la verdad y tendremos la conciencia tranquila ante Dios.


Pero nosotros pertenecemos a Dios y podemos saber quién tiene el Espíritu que dice la verdad y quién tiene el espíritu del engaño. El que es de Dios nos hace caso, pero el que no es de Dios nos ignora.


Y también sabemos que el Hijo de Dios ha venido y que nos ha dado inteligencia para conocer al Dios verdadero. Nosotros vivimos unidos a su Hijo Jesucristo que es el Dios verdadero y la vida eterna.


Yo, Juan, saludo a las siete iglesias que están en la provincia de Asia de parte del que existe, que siempre ha existido y que está a punto de venir. Deseo que Dios, Jesucristo y los siete espíritus que están delante de su trono, os concedan su gracia y su paz. Debemos confiar en que Jesucristo nos ama y dice la verdad acerca de Dios, ya que él fue el primero en resucitar de entre los muertos y es también el que gobierna sobre todos los reyes de la tierra. Jesucristo es quien nos ama y quien, por medio de su muerte, nos ha liberado de nuestros pecados.


Escribe al ángel de la iglesia de Laodicea: ¡Yo soy el Amén! Y me llamo así porque enseño la verdad acerca de Dios y nunca miento. Por medio de mí, Dios creó todas las cosas. Escucha bien lo que te voy a decir:


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