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Juan 16:20 - Biblia Lenguaje Básico

20 Os aseguro que os pondréis muy tristes y lloraréis; en cambio, la gente que solo piensa en las cosas del mundo se alegrará. Vosotros estaréis tristes, pero luego os pondréis muy alegres.

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Biblia Reina Valera 1960

20 De cierto, de cierto os digo, que vosotros lloraréis y lamentaréis, y el mundo se alegrará; pero aunque vosotros estéis tristes, vuestra tristeza se convertirá en gozo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

20 Les digo la verdad, ustedes llorarán y se lamentarán por lo que va a sucederme, pero el mundo se alegrará. Ustedes se lamentarán, pero su dolor se convertirá de pronto en una alegría maravillosa.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

20 En verdad les digo que llorarán y se lamentarán, mientras que el mundo se alegrará. Ustedes estarán apenados, pero su tristeza se convertirá en gozo.

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La Biblia Textual 3a Edicion

20 De cierto, de cierto os digo que vosotros lloraréis y os lamentaréis, y el mundo se alegrará. Vosotros os entristeceréis, pero vuestra tristeza se convertirá en gozo.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

20 De verdad os lo aseguro: vosotros lloraréis y os lamentaréis, mientras que el mundo estará alegre; vosotros estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en alegría.

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Juan 16:20
44 Tagairtí Cros  

Mi Dios y Señor, ¡escúchame y ten compasión de mí! ¡No me niegues tu ayuda!


Los que amáis a Dios, alabadlo y cantadle himnos.


tú derramas luz y alegría sobre la gente honrada.


Ese día, el pueblo de Israel cantará: «Te doy gracias, Dios mío, porque aunque estuviste airado, ya se te pasó la ira y me has llenado de consuelo.


para cambiar su derrota en victoria, su vestido de luto en traje de fiesta y su tristeza en un canto de alabanza. Aquel día serán llamados «robles de la justicia», «plantación gloriosa de Dios».


Escuchad la palabra de Dios, vosotros que tenéis por ella un gran respeto: Algunos de vuestros compatriotas, que os aborrecen y rechazan porque sois mis servidores, dicen: "Que Dios muestre su poder, a ver si os ponéis contentos". Pues bien, ellos quedarán avergonzados».


A los que tengan hambre les daré de comer y a los que tengan sed les daré de beber.


Pero cuando vieron que había llegado el hijo del dueño, dijeron entre ellos: «Este muchacho es el heredero. Vamos a matarlo y la herencia será nuestra».


Felices los que sufren, porque Dios los consolará.


En ese momento, el gallo cantó por segunda vez, y Pedro se acordó de lo que Jesús le había dicho: «Antes de que el gallo cante por segunda vez, tú dirás tres veces que no me conoces». Y Pedro se puso a llorar.


Mientras los discípulos estaban tristes y llorando por la muerte de Jesús, ella llegó y les contó que Jesús estaba vivo.


Cuando terminó de orar, regresó adonde estaban los discípulos y los encontró durmiendo, pues la tristeza era tan grande que estaban agotados.


Pedro salió de aquel lugar y se puso a llorar con mucha tristeza.


Muchas personas seguían a Jesús y entre ellas había muchas mujeres, que lloraban y se lamentaban por él.


Jesús les preguntó: —¿De qué hablabais por el camino? Los dos hombres se detuvieron; sus caras se veían tristes,


Nosotros esperábamos que él fuera el libertador de Israel. Pero ya hace tres días que ha ocurrido todo esto.


Felices vosotros los que ahora pasáis hambre, porque él hará que tengáis suficiente comida. Felices vosotros, los que ahora estáis tristes, porque él os llenará de alegría.


Os digo estas cosas para que estéis unidos a mí y así seáis felices de verdad. En este mundo tendréis que sufrir, pero tened valor porque yo he vencido a los poderes de este mundo.


os habéis puesto muy tristes por lo que os dije.


Después les mostró las heridas de sus manos y de su costado, y los discípulos se alegraron de ver al Señor.


Los apóstoles salieron de la Junta Suprema muy contentos, porque Dios les había considerado dignos de sufrir por ser seguidores de Jesús.


Además, ahora nos sentimos muy orgullosos pues vivimos en paz con Dios.


Parece que estamos tristes, pero en realidad estamos contentos. Parece que somos pobres, pero hacemos ricos a muchos. Parece que no tenemos nada, pero lo tenemos todo.


En cambio, el Espíritu de Dios nos hace amar a los demás, estar siempre alegres y vivir en paz con todos. Nos hace ser pacientes y amables; nos enseña a tratar bien a los demás y a tener confianza en Dios,


Vosotros habéis seguido nuestro ejemplo y el de nuestro Señor, y aunque habéis sufrido mucho, recibisteis ese mensaje con la profunda alegría que da el Espíritu Santo.


Hermanos en Cristo, debéis sentiros muy felices cuando paséis por toda clase de dificultades.


Dios puede protegeros para que no hagáis el mal y también tiene poder para que podáis presentaros ante su gloriosa presencia sin mancha y llenos de alegría.


Todo el mundo se alegrará de verlos muertos y se mandarán regalos unos a otros para celebrar su muerte, porque esos dos profetas eran un terrible sufrimiento para aquella gente.


Estaba llena de orgullo y le gustaba vivir con grandes lujos; pues bien, que le lleguen ahora llanto y sufrimientos. Porque ella piensa: «Aquí me tenéis, sentada en mi trono de reina. No soy viuda y nunca sufriré».


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