Juan 15:8 - Biblia Lenguaje Básico

⁸ Él se sentirá orgulloso si dais mucho fruto y vivís realmente como discípulos míos.

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Biblia Reina Valera 1960

⁸ En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos.

Biblia Nueva Traducción Viviente

⁸ Cuando producen mucho fruto, demuestran que son mis verdaderos discípulos. Eso le da mucha gloria a mi Padre.

Biblia Católica (Latinoamericana)

⁸ Mi Padre es glorificado cuando ustedes producen abundantes frutos: entonces pasan a ser discípulos míos.

La Biblia Textual 3a Edicion

⁸ En esto es glorificado mi Padre: en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

⁸ En esto consiste la gloria de mi Padre: en que deis mucho fruto y así manifestéis ser mis discípulos.'

Juan 15:8 Tagairtí Cros

Isaías 60:21

En ti, Jerusalén, solo vivirá gente honrada que será la dueña del país por siempre. Será como los brotes de una planta que yo mismo planté; será la obra que yo realicé para mostrar mi poder.

Isaías 61:3

para cambiar su derrota en victoria, su vestido de luto en traje de fiesta y su tristeza en un canto de alabanza. Aquel día serán llamados «robles de la justicia», «plantación gloriosa de Dios».

Hageo 1:8

Esperáis grandes ganancias, pero es muy poco lo que habéis logrado; lo que traéis a vuestra casa, yo lo hago desaparecer en un instante. ¿Y sabéis por qué lo hago? ¡Pues porque mi Templo está en ruinas mientras que vosotros solo os preocupáis de arreglar vuestras propias casas! Por eso no he dejado que llueva sobre los campos y sobre los montes; por eso se han perdido vuestras cosechas de trigo, de uvas y de aceitunas; ¡por eso sufren personas y animales! Así que yo, que soy vuestro Dios, os digo: Si queréis verme contento, id a las montañas, traed madera y reconstruid mi Templo. Yo me alegraré de ello y allí mostraré mi gloria.

Mateo 5:16

De la misma manera, vuestra conducta debe ser como una luz que ilumine y, al ver las cosas buenas que hacéis, los demás alaben a Dios, vuestro Padre que está en el cielo.

Mateo 5:44

Pero ahora yo os digo: Amad a vuestros enemigos y orad por los que os maltratan.

Mateo 9:8

Al ver esto, la gente quedó muy impresionada y alabó a Dios por haber dado ese poder a los seres humanos.

Lucas 6:35

Amad a vuestros enemigos, haced el bien y prestad sin esperar nada a cambio. Si lo hacéis, el Dios altísimo os dará un gran premio, y seréis sus hijos. Dios es bueno hasta con la gente mala y desagradecida.

Juan 13:35

Si os amáis de verdad unos a otros, entonces todos sabrán que sois mis discípulos.

Juan 15:5

El discípulo que sigue unido a mí, y yo unido a él, es como un sarmiento que da mucho fruto; pero si alguno se separa de mí, no podrá dar fruto.

Juan 8:31

Jesús dijo a los judíos que habían creído en él: —Si ponéis en práctica mis enseñanzas, seréis verdaderamente mis discípulos;

1 Corintios 10:31

Siempre que comáis o bebáis o hagáis cualquier otra cosa, hacedlo para honrar a Dios.

1 Corintios 6:20

Cuando Dios os salvó, en realidad os compró, y el precio que pagó por vosotros fue muy alto. Por eso debéis dedicar vuestro cuerpo a honrar y agradar a Dios.

Filipenses 1:11

Porque, con la ayuda de Jesucristo, haréis lo que es bueno, para que la gente alabe y honre a Dios.

Tito 2:10

No deben robar, sino ser totalmente fieles, para que todos vean lo hermosa que es la enseñanza acerca de Dios nuestro Salvador.

Tito 2:5

Deben pensar bien lo que hacen y llevar una vida limpia; deben gobernar bien su casa, ser buenas y respetuosas con su marido. Así nadie podrá hablar mal del mensaje de Dios.

1 Pedro 2:12

Portaos bien cuando estéis con gente que no cree en Dios. Así, aunque ahora esa gente hable mal de vosotros, como si fuerais unos malvados, luego verá el bien que hacéis y alabará a Dios el día en que él pida cuentas a todos.

1 Pedro 4:11

Si alguno sabe hablar bien, que anuncie el mensaje de Dios. Si alguno se dedica a ayudar a los demás, que lo haga con la fuerza que Dios le da para hacerlo. De este modo, todo lo que hagáis servirá para que los demás alaben a Dios por medio de Jesucristo, de quien es la grandeza y el poder para siempre. Amén.