Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne

- Fógraí -





Josué 22:25 - Biblia Lenguaje Básico

25 Dios dispuso que el río Jordán sirviera como frontera entre vosotros y nosotros, los de Rubén y de Gad. Así que no tenéis nada que ver con nuestro Dios». Entonces vuestros descendientes podrían obligar a los nuestros a dejar de dar culto al Dios nuestro.

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

25 Jehová ha puesto por lindero el Jordán entre nosotros y vosotros, oh hijos de Rubén e hijos de Gad; no tenéis vosotros parte en Jehová; y así vuestros hijos harían que nuestros hijos dejasen de temer a Jehová.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

25 El Señor ha puesto el río Jordán como una barrera entre nuestra gente y ustedes, gente de Rubén y de Gad. Ustedes no tienen derecho de afirmar que pertenecen al Señor”. Así, los descendientes de ustedes podrían impedirles a los nuestros que adoraran al Señor.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

25 Yavé puso el Jordán como frontera entre nosotros y ustedes, ustedes no tienen pues parte alguna con Yavé. Y de ese modo, debido a sus hijos, nuestros hijos dejarán de temer a Yavé.

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

25 Pues YHVH ha puesto el Jordán por frontera entre nosotros y vosotros, oh hijos de Rubén e hijos de Gad, vosotros no tenéis parte en YHVH. Y así vuestros hijos harían que nuestros hijos dejaran de temer a YHVH.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

25 ¡Yahveh ha puesto el Jordán como frontera entre nosotros y vosotros, hijos de Rubén e hijos de Gad; no tenéis, pues, parte con Yahveh!'. Y así, vuestros hijos serían causa de que los nuestros dejaran de temer a Yahveh.

Féach an chaibidil Cóip




Josué 22:25
13 Tagairtí Cros  

Allí en Guilgal estaba Sebá, hijo de Bicrí, que era de la tribu de Benjamín. Como Sebá era un malvado, tocó la trompeta y dijo: —¡Israelitas, regresemos a nuestras casas! ¡No tenemos nada que ver con David, ni ganamos nada con seguirlo!


Cuando todos vieron que el rey no les había hecho caso, le dijeron: —¡No tenemos nada que ver con David, el hijo de Jesé! ¡No queremos que sus descendientes reinen sobre nosotros! ¡Volvamos a nuestras casas, israelitas! ¡Que la familia de David reine sobre su propia tribu! Así que los israelitas se fueron a sus casas.


Ese fue el castigo que recibió Jeroboán por haber pecado contra Dios y haber hecho pecar a Israel, provocando así la ira de Dios.


Yo les contesté: —Dios todopoderoso hará que tengamos éxito. Y somos nosotros, sus siervos, quienes vamos a hacer los trabajos de reconstrucción. Vosotros no tenéis autoridad ni derecho alguno en Jerusalén, pues no formáis parte de su historia.


Tú eres mi Dios, eres todo lo que tengo; tú llenas mi vida y me das seguridad;


Tú no tienes ningún derecho a este don, pues bien sabe Dios que tus intenciones no son buenas.


Pero no es así. Hemos construido el altar porque teníamos miedo de que algún día vuestros descendientes dijeran a los nuestros: «¡Vosotros no tenéis nada que ver con el Dios de Israel!


Por eso hemos levantado este altar, no para presentar ofrendas,


sino para que sirva de testimonio de comunión entre vosotros y nosotros, y para que nuestros descendientes sepan que servimos a nuestro Dios y que a él presentamos nuestras ofrendas. De esta forma vuestros descendientes no podrán decirles a los nuestros: «No tenéis nada que ver con nuestro Dios».


Yo le suplico a mi señor y rey que me escuche. Si es Dios quien ha puesto al rey en mi contra, espero que él me perdone y acepte mi ofrenda; pero si todo es cosa de humanos, que Dios los maldiga. Porque me están arrojando de esta tierra de Dios y así me obligan a adorar a otros dioses.


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí