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Josué 11:15 - Biblia Lenguaje Básico

15 Moisés le dio a Josué las órdenes que había recibido de Dios, y Josué cumplió todo al pie de la letra.

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Biblia Reina Valera 1960

15 De la manera que Jehová lo había mandado a Moisés su siervo, así Moisés lo mandó a Josué; y así Josué lo hizo, sin quitar palabra de todo lo que Jehová había mandado a Moisés.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

15 Tal como el Señor le había ordenado a su siervo Moisés, también Moisés le ordenó a Josué. Y Josué hizo lo que se le indicó, obedeció cuidadosamente todos los mandatos que el Señor le había dado a Moisés.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

15 Josué llevó a cabo todo lo que Yavé había ordenado a Moisés su servidor, y que Moisés había transmitido a Josué. No se olvidó de nada de todo lo que Yavé había ordenado a Moisés.

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La Biblia Textual 3a Edicion

15 Tal como YHVH ordenó a su siervo Moisés, así Moisés ordenó a Josué, y así lo hizo Josué sin quitar palabra de todo lo que YHVH había ordenado a Moisés.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

15 Lo que había ordenado Yahveh a Moisés, su siervo, lo mandó Moisés a Josué; y Josué lo cumplió, sin apartarse en nada de cuanto había ordenado Yahveh a Moisés.

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Josué 11:15
24 Tagairtí Cros  

En cuanto a Judá, Dios hizo que todos sus habitantes se pusieran de acuerdo para obedecer la orden del rey y de los principales jefes, según lo había dispuesto Dios.


Estando allí, en las llanuras de Moab, junto al río Jordán y frente a Jericó, Dios dijo a Moisés


debéis echar a la gente que vive allí. También debéis destruir todas las estatuas de sus ídolos, todas las imágenes de metal fundido y todos los altares donde son adoradas.


¡Qué mal vais a acabar hipócritas, maestros de la Ley y fariseos! Os preocupáis de dar como ofrenda la décima parte de la menta, del anís y del comino que cosecháis en vuestros campos. Pero no obedecéis las enseñanzas más importantes de la ley que consiste en ser justos con los demás, tratarlos con amor y tener fe en Dios. Hay que hacer esas tres cosas, sin dejar de cumplir las demás obligaciones.


¡Qué mal vais a acabar, fariseos! Os preocupáis de dar como ofrenda a Dios la décima parte de las legumbres, de la menta y de la ruda que cosecháis en vuestros campos. Pero no sois justos con los demás ni amáis a Dios. Esto último es sobre todo lo que debéis hacer, sin dejar de ofrecer a Dios la décima parte de vuestros productos.


Nunca he dejado de anunciaros todas las cosas que os ayudarían a vivir mejor ni de enseñaros en las calles y en vuestras casas.


En cuanto a mí os he anunciado los planes de Dios sin ocultaros nada.


Pero él mismo os guiará y destruirá a todos los países que encontréis a vuestro paso para que conquistéis su territorio. Además, Dios ha ordenado que Josué sea vuestro nuevo jefe.


Cuando los hayáis vencido, haréis con ellos todo lo que os he ordenado.


A continuación, Moisés llamó a Josué y, delante de todo el pueblo, le dijo: —Tú, Josué, tienes que ser fuerte y valiente, pues vas a llevar a este pueblo a la tierra que Dios prometió con juramento dar a vuestros antepasados. Tú serás el encargado de repartir entre ellos la heredad.


No cambiéis ninguno de los mandamientos que yo os he dado de parte de Dios; más bien, obedecedlos.


Nuestro Dios me ha ordenado enseñaros todos sus mandamientos, para que los obedezcáis en la tierra que vais a ocupar. Así, cuando los demás pueblos oigan hablar de esos mandamientos, dirán que sois un gran pueblo, un pueblo sabio y entendido.


Cuando Dios ponga a esas naciones bajo vuestro dominio, no les tengáis compasión ni hagáis ningún pacto con ellas; ¡destruidlas por completo!


Solo te pido que seas muy fuerte y valiente. Así podrás obedecer siempre todas las leyes que te dio mi siervo Moisés. No desobedezcas ni una sola de ellas y te irá bien por dondequiera que vayas.


Josué conquistó todas estas ciudades dando muerte a sus reyes tal como lo había ordenado Moisés, el siervo de Dios.


Se quedaron con las cosas y animales que allí había, pero mataron a todos sus habitantes. No dejaron a nadie con vida.


Josué y su ejército conquistaron todo el territorio. Tomaron la zona montañosa, el desierto del sur y toda la tierra de Gosen, además de los valles centrales y el valle del Jordán.


—Saúl no me hace caso ni me obedece. ¡Lamento haberlo elegido rey! Al oír esto, Samuel se entristeció y se pasó toda la noche rogando a Dios.


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