Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne

- Fógraí -





Jeremías 5:25 - Biblia Lenguaje Básico

25 Pero todo esto ha cambiado por causa de vuestros muchos pecados y ya no disfrutáis de estos beneficios.

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

25 Vuestras iniquidades han estorbado estas cosas, y vuestros pecados apartaron de vosotros el bien.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

25 Su maldad les ha privado de estas maravillosas bendiciones; su pecado les ha robado todas estas cosas buenas.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

25 Sus crímenes y pecados han creado el desorden, privándoles a ustedes de esos bienes.

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

25 Vuestras iniquidades han alejado estas cosas, Y vuestros pecados han apartado de vosotros el bien.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

25 Vuestras iniquidades lo han perturbado todo, vuestros pecados os han privado del bien.

Féach an chaibidil Cóip




Jeremías 5:25
11 Tagairtí Cros  

Las propias culpas los tenían angustiados, sufrían grandemente por su propia maldad.


la tierra fértil la convierte en tierra estéril, por la maldad de sus habitantes;


Pero vuestra maldad os ha separado de Dios. Vuestros pecados han hecho que Dios se tape los oídos y no quiera escucharos.


Hubo una época en que durante mucho tiempo no llovió. Por eso Dios puso estas palabras en boca de Jeremías:


Jeremías dijo: Dios mío, ¿por qué actúas en nuestro país como si estuvieras de paso? Te portas como un viajero que solo se queda a pasar la noche. Admitimos que hemos sido infieles y que son muchos nuestros pecados; ¡demuestra que tú sí eres fiel y ven pronto a ayudarnos! Tú eres nuestra única esperanza; ¡eres la salvación de Israel en momentos de angustia!


Por eso no llegan las lluvias, ni caen aguaceros en la primavera. No tienes vergüenza; eres peor que una prostituta.


Jerusalén, todo esto te pasa por tu mal comportamiento. Tu desgracia es tan amarga, que te hiere el corazón.


¡No tenemos razón para quejarnos si nos castiga por nuestros pecados!


No volverá Dios a desterrarte, bella ciudad de Jerusalén, pues ya se ha cumplido tu castigo. Pero sí castigará tu maldad, capital de Edom, y dejará al descubierto tus pecados.


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí