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Jeremías 38:11 - Biblia Lenguaje Básico

11 Ebedmélec fue entonces con aquellos hombres, y del ropero del palacio real sacó ropas y telas usadas. Luego ató toda esa ropa y la bajó hasta el fondo del pozo, donde estaba Jeremías,

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Biblia Reina Valera 1960

11 Y tomó Ebed-melec en su poder a los hombres, y entró a la casa del rey debajo de la tesorería, y tomó de allí trapos viejos y ropas raídas y andrajosas, y los echó a Jeremías con sogas en la cisterna.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

11 Así que Ebed-melec se llevó a los hombres y fue a la habitación del palacio que estaba debajo de la tesorería. Allí encontró trapos viejos y ropa desechada que llevó a la cisterna y se los bajó con sogas a Jeremías.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

11 Abdemalec consiguió los hombres, volviendo con ellos al palacio del rey. Ahí, del ropero de la sala del tesoro, tomó trapos y ropas gastadas, y por medio de sogas los pasó a Jeremías, diciéndole:

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La Biblia Textual 3a Edicion

11 Y tomando Ebed-melec consigo a los hombres, entró a la casa del rey debajo de la tesorería, y de allí tomó trapos viejos y ropas raídas y andrajosas, y junto con unas sogas, los echó a Jeremías en la cisterna.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

11 Ebedmélec tomó consigo los hombres y entró en el palacio real, al vestuario del tesoro, tomó de allí trozos de ropas usadas y rotas, y se los tiró a Jeremías a la cisterna junto con unas cuerdas.

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Jeremías 38:11
5 Tagairtí Cros  

Entonces el rey le ordenó: —Bien, Ebedmélec. Busca a tres hombres y diles que te ayuden a sacar de allí a Jeremías, antes de que muera.


diciéndole: —Jeremías, colócate estos trapos bajo los brazos, para que las sogas no te hagan daño. Jeremías siguió sus instrucciones,


Entonces los jefes fueron a detener a Jeremías. Primero lo ataron con sogas y luego lo bajaron hasta el fondo de un pozo, el cual estaba en el patio de la guardia y pertenecía a Malquías, el hijo del rey. Como el pozo no tenía agua sino barro, Jeremías se hundió en él por completo.


En el palacio del rey trabajaba un hombre de Etiopía, que se llamaba Ebedmélec. Se enteró de que habían arrojado a Jeremías al pozo. Un día en que el rey estaba en una reunión que se celebraba en la Puerta de Benjamín,


Toda la plata, y el oro, el bronce y el hierro serán dedicados a Dios, y deben ponerse con sus tesoros.


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