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Jeremías 26:10 - Biblia Lenguaje Básico

10 Cuando los jefes de Judá supieron lo que había pasado, salieron del palacio del rey y fueron hasta la Puerta Nueva del Templo. Al llegar allí, se sentaron,

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Biblia Reina Valera 1960

10 Y los príncipes de Judá oyeron estas cosas, y subieron de la casa del rey a la casa de Jehová, y se sentaron en la entrada de la puerta nueva de la casa de Jehová.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

10 Cuando los funcionarios de Judá oyeron lo que pasaba, corrieron del palacio a sentarse a juzgar junto a la puerta Nueva del templo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

10 Al enterarse de esto, los jefes de Judá subieron desde el palacio del rey a la Casa de Yavé, donde se sentaron para juzgar el asunto a la entrada de la Puerta Nueva.

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La Biblia Textual 3a Edicion

10 Cuando los príncipes de Judá oyeron estas cosas, subieron desde el palacio real a la Casa de YHVH, y se sentaron en la entrada del nuevo pórtico de la Casa de YHVH.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

10 Cuando los príncipes de Judá tuvieron noticia de estas cosas, subieron desde el palacio real al templo de Yahveh y se sentaron a la entrada de la puerta nueva del templo de Yahveh.

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Jeremías 26:10
15 Tagairtí Cros  

Jotán construyó la puerta superior del Templo de Dios; sin embargo, no quitó los santuarios locales de las colinas, en los que la gente seguía ofreciendo sacrificios y quemando incienso.


Jotán hizo construir la puerta superior del Templo de Dios y realizó también muchas obras en la muralla del monte Ófel.


Y como el rey Joacín y sus jefes y asistentes oyeron la denuncia del profeta, el rey intentó matarlo. Cuando Urías se enteró de los planes del rey Joacín, tuvo miedo y huyó a Egipto.


Sin embargo, Jeremías contó con la protección de un hombre importante llamado Ajicán, hijo de Safán. Por eso no fue entregado al pueblo y se libró de que lo mataran.


Los jefes y toda la gente estuvieron de acuerdo en hacerlo así,


Esto vale para todos los jefes de Judá y de Jerusalén, los oficiales de la corte, los sacerdotes, y para todos los que hicieron el juramento.


Elnatán, Delaías y Guemarías le rogaban al rey que no quemara el libro, pero él no les hizo caso;


Tus gobernantes siempre están dispuestos a matar y eliminar gente con tal de hacerse ricos. ¡Parecen lobos que despedazan a su presa!


Tus gobernantes abusan de su poder y asesinan a cuantos pueden.


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