Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne

- Fógraí -





Jeremías 20:4 - Biblia Lenguaje Básico

4 Porque Dios dice que tú serás un terror para ti mismo y para tus amigos, que serán atravesados por la espada del enemigo ante tus propios ojos. A todos los habitantes de Judá los entregaré al rey de Babilonia, para que se los lleve como esclavos a vuestro país o para que los mate.

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

4 Porque así ha dicho Jehová: He aquí, haré que seas un terror a ti mismo y a todos los que bien te quieren, y caerán por la espada de sus enemigos, y tus ojos lo verán; y a todo Judá entregaré en manos del rey de Babilonia, y los llevará cautivos a Babilonia, y los matará a espada.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

4 Pues esto dice el Señor: “Enviaré terror sobre ti y todos tus amigos y verás cuando sean masacrados por las espadas del enemigo. Entregaré al pueblo de Judá en manos del rey de Babilonia. Él los llevará cautivos a Babilonia o los traspasará con la espada;

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

4 Porque así dice Yavé: 'Yo te entregaré al terror, junto con tus amigos, los cuales serán muertos por sus enemigos ante tus propios ojos.

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

4 Porque así dice YHVH: He aquí Yo te constituyo en terror° para ti y todos tus amigos, y caerán por la espada de sus enemigos, y tus ojos lo verán: Entregaré a todo Judá en mano del rey de Babilonia, quien los llevará cautivos a Babilonia y los matará con la espada.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

4 Pues así dice Yahveh: 'Mirad: voy a entregarte al terror, a ti y a todos tus amigos, que caerán bajo la espada de sus enemigos. Lo verán tus propios ojos. Y entregaré a todo Judá en mano del rey de Babilonia, que los deportará a Babilonia y los pasará a cuchillo.

Féach an chaibidil Cóip




Jeremías 20:4
22 Tagairtí Cros  

El rey Nabucodonosor hizo que mataran a los hijos de Sedecías en su presencia, y luego ordenó que le sacaran los ojos y lo sujetaran con cadenas para llevarlo a Babilonia.


En un abrir y cerrar de ojos terminarán por ser destruidos; el terror acabará con ellos.


El ejército enemigo ha rodeado las ciudades del desierto del sur, y nadie puede entrar ni salir. Todos los habitantes de Judá están siendo llevados prisioneros.


—Así dice el todopoderoso Dios de Israel: «Esta ciudad y sus pueblos vecinos se han empeñado en desobedecerme. Por eso voy a enviar contra ellos todas las desgracias que les he anunciado».


Y tú, Pasjur, serás esclavo en Babilonia junto con toda tu familia. Allí morirás y serás enterrado; y lo mismo les pasará a todos tus amigos, a quienes les anunciabas mentiras.


voy a enviar contra vosotros a Nabucodonosor, rey de Babilonia, y a todos los pueblos del norte. Ese rey está a mi servicio, así que lo enviaré contra esta nación y sus habitantes, y contra los pueblos de alrededor. Voy a destruirlos por completo; voy a convertirlos en un montón de ruinas, en objeto de horror y de burla. Soy yo, Dios, quien lo asegura.


Yo, el todopoderoso Dios de Israel, sé todo lo que han hecho los falsos profetas, y os advierto que voy a entregar a Ajab, hijo de Colaías, y a Sedecías, hijo de Maasías. Los entregaré al rey de Babilonia, porque usaron mi nombre para anunciar cosas que yo jamás les ordené decir. Todo lo que han dicho es mentira. Además, cometieron algo terrible en Israel, pues tuvieron relaciones sexuales con mujeres que no eran sus esposas. Por eso el rey de Babilonia los matará delante de vosotros. Y cuando los que fueron llevados prisioneros a Babilonia quieran maldecir a alguien, dirán: “Que Dios te quite la vida como lo hizo con Ajab y Sedecías a quienes el rey de Babilonia los quemó vivos”. Soy yo, Dios, quien lo asegura».


¿Pero qué es lo que veo? ¡Los soldados egipcios retroceden! Derrotados y llenos de miedo, huyen sin mirar atrás. ¡Hay terror por todas partes!


Además, Nebuzaradán apresó a Seraías, jefe de los sacerdotes; a Sofonías, sacerdote que le seguía en importancia; y a los tres encargados de la vigilancia del Templo.


¡Que no salga nadie al campo, ni ande nadie por los caminos! ¡Ya se acerca el enemigo, viene con la espada en la mano! ¡Hay terror por todas partes!


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí