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Jeremías 17:7 - Biblia Lenguaje Básico

7 ¡Pero benditos sean aquellos que solo confían en mí!

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Biblia Reina Valera 1960

7 Bendito el varón que confía en Jehová, y cuya confianza es Jehová.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

7 »Pero benditos son los que confían en el Señor y han hecho que el Señor sea su esperanza y confianza.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

7 ¡Bendito el que confía en Yavé, y que en él pone su esperanza!

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La Biblia Textual 3a Edicion

7 Bendito aquel que confía en YHVH, Y cuya confianza está en YHVH.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

7 Bendito el hombre que confía en Yahveh, y es Yahveh su confianza.

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Jeremías 17:7
16 Tagairtí Cros  

Cántico para las peregrinaciones. Los que confían en Dios son como el monte Sion, que nadie puede moverlo y permanece firme para siempre.


Felices los que encuentran apoyo en el Dios de Israel, los que han puesto su esperanza en nuestro Dios.


así evitaréis que se enfade, pues fácilmente se enfurece y podría quitaros la vida. ¡Felices los que en él confían!


Algunos confían en sus carros de guerra, otros confían en sus caballos, pero nosotros solo confiamos en nuestro Dios.


Dios envía a su ángel para que salve del peligro a todos los que le honran.


Me enseñó un nuevo salmo, un himno de alabanza. Muchos, al ver esto, honrarán a Dios y pondrán en él su confianza.


Señor y Dios nuestro, tú nos das calor y protección; nos das honor y gloria. Tu bondad no tiene medida para los que se portan rectamente.


El que presta atención a la palabra prospera, dichoso quien en Dios confía.


Pero Dios —dice Isaías— es un Dios justo y quiere demostraros cuánto os ama. En verdad, Dios ama a los que confían en él, y desea mostrarles compasión.


para cambiar su derrota en victoria, su vestido de luto en traje de fiesta y su tristeza en un canto de alabanza. Aquel día serán llamados «robles de la justicia», «plantación gloriosa de Dios».


Yo le aseguro que no permitiré que lo maten; le salvaré la vida, y así lo recompensaré por haber confiado en mí.


El rey exclamó: —Bendito sea el Dios de Sadrac, Mesac y Abednegó, que envió a su ángel para salvarlos. Tanto confían ellos en su Dios, que no quisieron obedecer mis órdenes. Estaban dispuestos incluso a morir, antes que adorar a otro dios que no fuera el suyo.


Yo dejaré en medio de ti un pueblo de gente humilde y sencilla, que pondrá en mí su confianza.


Dios quiso que nosotros, los judíos, fuéramos los primeros en poner nuestra esperanza en Cristo, para que lo alabemos por su gran poder.


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