Jeremías 14:3 - Biblia Lenguaje Básico3 Los gobernantes mandan a sus sirvientes que vayan a buscar agua, pero los pozos están secos. Confundidos y llenos de vergüenza se tapan la cabeza, pues regresan con sus cántaros vacíos. Féach an chaibidilTuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 19603 Los nobles enviaron sus criados al agua; vinieron a las lagunas, y no hallaron agua; volvieron con sus vasijas vacías; se avergonzaron, se confundieron, y cubrieron sus cabezas. Féach an chaibidilBiblia Nueva Traducción Viviente3 Los nobles envían a sus sirvientes a buscar agua, pero los pozos están secos. Confundidos y desesperados, los siervos regresan con sus cántaros vacíos, y con sus cabezas cubiertas en señal de dolor. Féach an chaibidilBiblia Católica (Latinoamericana)3 Los ricos mandaron a los pobres a buscar agua;' Féach an chaibidilLa Biblia Textual 3a Edicion3 Los nobles envían a sus criados° por agua, Van a las cisternas, pero no encuentran agua, Y vuelven con los cántaros vacíos, Avergonzados y confusos, cubren sus cabezas, Féach an chaibidilBiblia Serafín de Ausejo 19753 Sus nobles mandan a sus criados por agua: éstos van a los aljibes, pero no la encuentran; vuelven con sus cántaros vacíos. Están avergonzados y confusos y se cubren la cabeza. Féach an chaibidil |
Vosotros, pueblo mío, habéis cometido dos pecados: me abandonasteis a mí, que soy una fuente de agua viva, y os hicisteis vuestros propios estanques, que no retienen el agua. Yo era vuestro guía, pero vosotros me rechazasteis. ¿Qué ganáis, israelitas, con confiar en el poder de Egipto o en el poder de Asiria? ¡Vosotros sois libres y no habéis nacido esclavos! ¿Por qué ahora os dejáis tratar así? Los soldados de Menfis y Tafnes han acabado con vuestros gobernantes. Lanzan rugidos, como leones, y destruyen el país; han quemado las ciudades y ya nadie vive en ellas.
Pero tú, mi Dios, eres el Todopoderoso. Tú examinas al que es justo y sabes lo que pensamos y deseamos. Eres un guerrero invencible, y siempre estás a mi lado; por eso no podrán vencerme los que me persiguen; ¡quiero ver cómo los castigas, porque en ti confío! ¡Quiero ver cómo los derrotas y los cubres de vergüenza! Sufrirán un humillante fracaso que ya nadie podrá olvidar.