Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne

- Fógraí -





Isaías 3:2 - Biblia Lenguaje Básico

2-3 Dios hará que desaparezcan el valiente y el guerrero, el juez y el profeta, el capitán y el anciano, el rico y el consejero, el adivino y el artesano.

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

2 el valiente y el hombre de guerra, el juez y el profeta, el adivino y el anciano;

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

2 todos sus héroes y soldados; jueces y profetas; adivinos y ancianos;

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

2 sin capitán ni noble, sin consejero, ni sabio, ni artesano o mago.

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

2 Al poderoso y al guerrero, Al juez y al profeta, Al adivino y al anciano,

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

2 al soldado y al guerrero, al juez y al profeta, al adivino y al anciano,

Féach an chaibidil Cóip




Isaías 3:2
12 Tagairtí Cros  

Todos los israelitas fueron inscritos según sus respectivos grupos familiares en el Libro de la Historia de los Reyes de Israel. Los habitantes más importantes de Judá habían sido llevados por la fuerza a Babilonia a causa de su maldad.


Ya no vemos ondear nuestras banderas; ya no hay profetas entre nosotros, ni hay tampoco quien sepa cuánto durará todo esto.


—Pregúntale a este pueblo rebelde si sabe lo que significa la comparación. Si no lo sabe, explícale que, cuando el rey de Babilonia vino a Jerusalén, hizo prisioneros al rey de Judá y a sus principales jefes, y se los llevó a su país. Sin embargo, hizo un trato con uno que era de la familia del rey, y le hizo jurar que no lo traicionaría. Mediante ese trato, el rey de Babilonia esperaba que los de Judá no se rebelaran, sino que cumplieran fielmente el pacto.


Entonces Dios me dijo: —Mira, hombre mortal, a esos jefes de Israel. ¡Ahí los tienes, cada uno adorando en secreto a su propio ídolo! Ellos creen que he abandonado el país, y por eso piensan que no los veo.


Oí también que ordenaba a los otros cinco hombres: —Vosotros seguid al escribano y matad sin ninguna compasión a cualquiera que no tenga la marca en la frente. No os fijéis en la edad ni en el sexo. Comenzad aquí, en el Templo, y llenad sus patios de cadáveres, ¡no importa que quede contaminado y no sirva más para el culto! Aquellos hombres lo hicieron así; mataron a gente de toda la ciudad comenzando por los jefes de los israelitas, que estaban frente al Templo.


¡Yo les quitaré la vida a su rey y a sus príncipes! Yo soy el Dios de Israel y cumpliré mi palabra.


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí