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Hechos 8:7 - Biblia Lenguaje Básico

7 Muchos de los que fueron a verlo tenían espíritus impuros, pero Felipe los expulsaba, y los espíritus salían dando grandes gritos. Además, muchos cojos y paralíticos también quedaban curados.

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Biblia Reina Valera 1960

7 Porque de muchos que tenían espíritus inmundos, salían estos dando grandes voces; y muchos paralíticos y cojos eran sanados;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

7 Muchos espíritus malignos fueron expulsados, los cuales gritaban cuando salían de sus víctimas; y muchos que habían sido paralíticos o cojos fueron sanados.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

7 Pues espíritus malos salían de los endemoniados dando gritos, y varios paralíticos y cojos quedaron sanos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

7 Porque de muchos que tenían° espíritus inmundos, salían clamando a gran voz; y muchos paralíticos y cojos eran sanados.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

7 porque de muchos posesos salían los espíritus impuros clamando a grandes voces. Y muchos paralíticos y cojos eran curados.

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Hechos 8:7
16 Tagairtí Cros  

los que no pueden andar saltarán como ciervos, y los que no pueden hablar gritarán de alegría. En medio del árido desierto brotará agua en abundancia.


Jesús reunió a sus doce discípulos a quienes dio poder para expulsar malos espíritus y para curar toda clase de enfermedades.


Los ciegos ven, los cojos caminan bien; los leprosos quedan sanos y los sordos oyen; los muertos recobran la vida y a los pobres se les anuncia la buena noticia.


Jesús se hizo muy famoso en toda la región de Siria. La gente le traía personas que sufrían dolores y enfermedades, o que tenían demonios. También le traían a los que les daban ataques o que no podían caminar ni moverse, y a todos ellos los curó.


El espíritu malo gritó, e hizo que el muchacho sufriera otro ataque. Luego salió y lo dejó como muerto. Mucha gente decía: —¡Está muerto!


Los setenta y dos discípulos que Jesús había enviado regresaron muy contentos y dijeron: —¡Señor, hasta los demonios nos obedecen cuando los reprendemos en tu nombre!


Os aseguro que el que crea en mí hará lo mismo que yo hago, e incluso haréis cosas todavía mayores de las que yo he hecho, porque yo voy al Padre


Mucha gente de los pueblos cercanos a Jerusalén también llevaba enfermos y personas con espíritus malignos. Y todos eran curados.


Toda la gente se reunía para escucharle con atención y para ver los milagros que hacía.


Dios también nos lo demostró por medio de muchas señales, de acciones maravillosas y de milagros. Además, a quienes él quiso, les dio las capacidades que concede el Espíritu Santo.


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