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Hechos 6:3 - Biblia Lenguaje Básico

3 Por eso elegid con cuidado a siete hombres, para que se encarguen de ese trabajo. Tienen que ser personas muy respetadas y que estén llenas de sabiduría y del Espíritu Santo.

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Biblia Reina Valera 1960

3 Buscad, pues, hermanos, de entre vosotros a siete varones de buen testimonio, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, a quienes encarguemos de este trabajo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

3 Por lo tanto, hermanos, escojan a siete hombres que sean muy respetados, que estén llenos del Espíritu y de sabiduría. A ellos les daremos esa responsabilidad.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

3 Por lo tanto, hermanos, elijan entre ustedes a siete hombres de buena fama, llenos del Espíritu y de sabiduría; les confiaremos esta tarea'

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La Biblia Textual 3a Edicion

3 Buscad más bien,° hermanos, a siete varones de entre vosotros, que sean° de buen testimonio, llenos del Espíritu° y de sabiduría, a quienes encarguemos esta función,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

3 Hermanos, buscad de entre vosotros siete hombres de buena reputación, llenos de espíritu y de sabiduría, a los cuales pondremos al frente de este menester.

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Hechos 6:3
34 Tagairtí Cros  

Para que puedas hacerlo, debes elegir entre los israelitas a gente que pueda ayudarte. Busca gente capaz y fiel a Dios, hombres honrados que no favorezcan a nadie a cambio de dinero. A unos dales autoridad sobre grupos de mil personas, a otros sobre grupos de cien, a otros sobre cincuenta y a otros sobre diez.


Porque el eneldo no se trilla ni se pasa sobre el comino la rueda de una carreta; el eneldo se sacude con un palo, y el comino, con una vara. El trigo no se trilla hasta triturarlo; más bien, se pasa una carreta por encima y el grano se separa sin molerlo.


Él hará que sus jueces sean justos y dará valor a los soldados que defiendan la ciudad.


Pero vosotros no esperéis que la gente os llame maestros, porque sois como hermanos, y tenéis solamente un maestro.


Por eso, entre los seguidores de Jesús corrió el rumor de que este discípulo no iba a morir. Pero eso no fue lo que dijo Jesús. Lo que dijo fue: «Si quiero que él viva hasta que yo regrese, ¿qué te importa a ti?».


Eran en total unas ciento veinte personas. Uno de aquellos días, Pedro se puso de pie en medio de los hermanos y les dijo:


Por eso, es necesario que otro ocupe el lugar de Judas, para que junto con nosotros anuncie a todo el mundo que Jesús resucitó. Tiene que ser uno que desde el principio haya andado con Jesús y con nosotros, desde los días en que Juan bautizaba hasta el día en que Jesús subió al cielo.


Ellos respondieron: —Nos envía el capitán Cornelio, que es un hombre bueno y adora al verdadero Dios. Todos los judíos lo respetan mucho. Un ángel del Señor se le apareció y le dijo: «Haz que Pedro venga a tu casa, y escucha bien lo que va a decirte».


Con ellos mandaron esta carta: «Nosotros, los apóstoles y los demás hermanos líderes saludamos a todos los hermanos no judíos que vivís en las regiones de Antioquía, Siria y Cilicia.


Los miembros de la iglesia en Listra y en Iconio hablaban muy bien de Timoteo.


Fue así como el Espíritu Santo los llenó de poder a todos ellos, y empezaron a hablar en otros idiomas. Cada uno lo hacía según lo que el Espíritu Santo le concedía hablar.


Allí había un hombre llamado Ananías, que cumplía fielmente la ley de Moisés. La gente de Damasco hablaba muy bien de él.


Allí encontramos a algunos hermanos creyentes, que nos invitaron a quedarnos una semana con ellos. Finalmente, nos encaminamos hacia Roma.


Entonces los doce apóstoles llamaron a todos los discípulos a una reunión y dijeron: —Nuestro deber principal es anunciar el mensaje de Dios. No está bien que también nos encarguemos de repartir el dinero y la comida.


A todo el grupo le pareció buena la idea, y eligieron a Esteban, un hombre lleno de fe y del Espíritu Santo. También eligieron a otros seis: Felipe, Prócoro, Nicanor, Timón, Pármenas y Nicolás. Este Nicolás era de la ciudad de Antioquía, y antes se había convertido a la religión judía.


Luego los llevaron ante los apóstoles, y estos pusieron sus manos sobre la cabeza de cada uno y oraron.


Cuando los seguidores de Jesús se enteraron llevaron a Saulo hasta la ciudad de Cesarea, y de allí lo enviaron a la ciudad de Tarso.


A algunos, el Espíritu les concede la capacidad de hablar con sabiduría, a otros la capacidad de hablar con mucho conocimiento,


Elegid a algunos hermanos para que lleven el dinero a Jerusalén. Cuando yo os visite, los enviaré con el dinero que hayáis recogido como ofrenda para los hermanos de la iglesia de Jerusalén, junto con cartas de recomendación.


No os emborrachéis, pues perderéis el control de vuestros actos. Permitid más bien que sea el Espíritu Santo el que os llene y os controle.


Así que os aconsejé elegir de entre todas las tribus a hombres sabios, inteligentes y con experiencia, para ponerlos como jefes del pueblo y así me ayudaran.


También debe ser conocida por sus buenas obras. Por ejemplo, tiene que haber criado bien a sus hijos y a sus hijas, haber recibido bien a quienes visitaron su casa, haber atendido con amor a los miembros de la comunidad, y haber ayudado a los que sufren. Es decir, en esa lista deben estar las que hayan hecho toda clase de bien.


Dios nunca cambia. Fue Dios quien creó la luz y es quien nos da todo lo bueno y todo lo perfecto.


Todos hablan bien de Demetrio, y su comportamiento nos demuestra que dicen la verdad. También nosotros hablamos bien de él, y tú sabes que nuestro testimonio es verdadero.


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