Biblia Todo Logo
Bíobla ar líne

- Fógraí -





Hebreos 8:4 - Biblia Lenguaje Básico

4 Aquí en la tierra su sacerdocio no sería necesario, pues ya tenemos sacerdotes que presentan a Dios las ofrendas que ordena la ley de Moisés.

Féach an chaibidil Cóip


Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

4 Así que, si estuviese sobre la tierra, ni siquiera sería sacerdote, habiendo aún sacerdotes que presentan las ofrendas según la ley;

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Nueva Traducción Viviente

4 Si estuviera aquí en la tierra, ni siquiera sería sacerdote, porque ya hay sacerdotes que presentan las ofrendas que exige la ley.

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Católica (Latinoamericana)

4 Si se hubiera quedado en la tierra, ni siquiera sería sacerdote, puesto que son otros, designados por la Ley, los que ofrecen los sacrificios.

Féach an chaibidil Cóip

La Biblia Textual 3a Edicion

4 Pero si estuviera° en la tierra, no sería° sacerdote en manera alguna, habiendo aún quienes siguen presentando ofrendas según la ley;

Féach an chaibidil Cóip

Biblia Serafín de Ausejo 1975

4 Seguramente que, si él estuviera en la tierra, ni siquiera sería sacerdote, pues hay ya otros que ofrecen dones según la ley

Féach an chaibidil Cóip




Hebreos 8:4
11 Tagairtí Cros  

Aunque los sacrificios de animales no quitan el pecado, los sacerdotes judíos siguen ofreciéndolos muchas veces todos los días.


Abel tuvo fe en Dios y por eso le ofreció un sacrificio más valioso que el de Caín. La fe hizo que Dios considerase a Abel como justo y que aceptara sus ofrendas. Y aunque Abel ya está muerto, todavía podemos aprender mucho de la fe que tuvo en Dios.


Dios eligió entre los miembros de su pueblo a los jefes de los sacerdotes nombrándoles sus representantes ante los demás para que le presentaran ofrendas y sacrificios y alcanzaran así el perdón de los pecados.


Jesús no es como los otros sacerdotes, que todos los días tienen que matar animales para ofrecérselos a Dios y pedirle perdón primero por sus propios pecados y luego por los pecados del pueblo. Por el contrario, cuando Jesús murió por nuestros pecados, ofreció su vida una sola vez y para siempre.


Aquí en la tierra, se nombra a cada jefe de los sacerdotes para presentar a Dios las ofrendas y sacrificios del pueblo. Por eso, también Jesucristo debe tener algo que ofrecer a Dios.


Todo esto se hizo así para mostrarnos algo más importante: que las ofrendas y sacrificios que allí se ofrecían no podían hacer perfectos a quienes los presentaban.


Lean orainn:

Fógraí


Fógraí