Hebreos 4:3 - Biblia Lenguaje Básico3 Sin embargo, nosotros que sí hemos creído en la buena noticia, disfrutaremos de la paz y de la tranquilidad que Dios nos ha prometido. Pero a los que no creyeron, Dios les dijo: «Por eso, como lo juré, lleno de ira, no les dejaré entrar en la tierra prometida donde los haría descansar». Dios dijo esto, refiriéndose a su descanso cuando terminó de crear el mundo. Féach an chaibidilTuilleadh leaganachaBiblia Reina Valera 19603 Pero los que hemos creído entramos en el reposo, de la manera que dijo: Por tanto, juré en mi ira, No entrarán en mi reposo; aunque las obras suyas estaban acabadas desde la fundación del mundo. Féach an chaibidilBiblia Nueva Traducción Viviente3 Pues solo los que creemos podemos entrar en su descanso. En cuanto a los demás, Dios dijo: «En mi enojo juré: “Ellos nunca entrarán en mi lugar de descanso”», si bien ese descanso está preparado desde que él hizo el mundo. Féach an chaibidilBiblia Católica (Latinoamericana)3 Es preciso, pues, que creamos, si queremos entrar en el lugar de descanso recién mencionado: Por eso me enojé y declaré con juramento: No entrarán jamás en mi lugar de descanso. Aquí se trata del descanso de Dios después de la creación del mundo. Féach an chaibidilLa Biblia Textual 3a Edicion3 Pero los que hemos creído entramos en el reposo, como ha dicho: Como juré en mi ira, No entrarán en mi reposo,° (aunque sus obras fueron acabadas desde la fundación del mundo). Féach an chaibidilBiblia Serafín de Ausejo 19753 Porque nosotros, los creyentes, hemos entrado en el descanso, conforme a lo que dijo: Así que juré en mi ira: 'Jamás entrarán en mi descanso'. De hecho, las obras de Dios estaban terminadas ya desde la creación del mundo, Féach an chaibidil |
Si Cristo hubiera tenido que hacer lo mismo, debería haber muerto muchas veces desde que Dios creó el mundo. Pero lo cierto es que ahora, cuando ya se acerca el fin, Cristo se ha manifestado de una vez y para siempre. Lo ha hecho así para ofrecerse como sacrificio por el cual Dios nos perdona nuestros pecados.