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Hebreos 3:5 - Biblia Lenguaje Básico

5 Moisés sirvió a Dios y lo obedeció en todo, pues ayudó al pueblo de Dios tal como se le ordenó y anunció al pueblo lo que Dios iba a decir en el futuro.

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Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

5 Y Moisés a la verdad fue fiel en toda la casa de Dios, como siervo, para testimonio de lo que se iba a decir;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

5 En verdad Moisés fue fiel como siervo en la casa de Dios. Su trabajo fue una ilustración de las verdades que Dios daría a conocer tiempo después;

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Biblia Católica (Latinoamericana)

5 Moisés actuaba en toda la casa de Dios como fiel servidor, dando a conocer lo que le habían dicho.

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La Biblia Textual 3a Edicion

5 Y Moisés, en verdad fue fiel sobre toda la Casa como siervo, para testimonio de las cosas que se habían de decir,°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

5 Moisés gozó de plena confianza en toda la casa de Dios en su calidad de mayordomo, para dar testimonio de cosas que habían de decirse más tarde.

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Hebreos 3:5
35 Tagairtí Cros  

Dios envió entonces a Moisés y a Aarón, sus siervos elegidos,


Al ver que Dios había derrotado a los egipcios con su gran poder, los israelitas pusieron su confianza en Dios y en su siervo Moisés.


Moisés lo hizo todo conforme a las instrucciones dadas por Dios.


¿Quién es un criado responsable y atento? Es aquel a quien el amo pone al cargo de todos los demás sirvientes para que tengan preparada la comida a su debido tiempo.


El hombre le dijo: «¡Excelente! Eres un empleado bueno y se puede confiar en ti. Ya que has administrado bien lo poco que te di, ahora voy a encargarte cosas más importantes. Vamos a celebrarlo».


El Señor le respondió: —¿Quién es el administrador responsable y fiel? Es aquel a quien el dueño de la casa deja encargado de toda su familia, para que les sirva la comida a tiempo.


Luego Jesús les explicó todo lo que las Escrituras decían acerca de él. Empezó con los libros de la ley de Moisés y siguió con los libros de los profetas.


Después les dijo: —Recordad lo que os anticipé cuando estaba con vosotros; que tenía que cumplirse todo lo que está escrito acerca de mí en los libros de la ley de Moisés, en los libros de los profetas y en los salmos.


Estudiáis las Escrituras con mucho cuidado porque creéis que contienen vida eterna. Sin embargo, a pesar de que las Escrituras dan testimonio en mi favor,


Entonces los líderes de la comunidad judía pusieron una fecha para reunirse de nuevo. Cuando llegó el día acordado, muchos judíos llegaron a la casa de Pablo y desde la mañana hasta la tarde, Pablo estuvo hablándoles acerca del reino de Dios. Para convencerlos de que aceptaran a Jesús se valió de la ley de Moisés y de los escritos de los profetas.


Y fue también Moisés quien anunció a los israelitas: «Así como Dios me eligió a mí, también elegirá para vosotros un profeta como yo».


Pero ahora la propia ley y los profetas nos enseñan que Dios nos salva sin necesidad de cumplir estrictamente la ley de Moisés.


A los que están encargados de alguna tarea se les pide que la hagan con fidelidad.


«He visto, Dios mío, tu grandeza y tu poder. Ni en el cielo ni en la tierra hay otro Dios como tú, que pueda hacer tantas maravillas.


Moisés estuvo siempre al servicio de Dios. Tal como Dios lo había dicho, Moisés murió en Moab, frente a Bet Peor, y allí mismo fue enterrado, sin que nadie hasta el día de hoy conozca el lugar exacto.


Le doy gracias a nuestro Señor Jesucristo, porque ha confiado en mí y me ha dado fuerzas para trabajar por él.


Hace mucho, mucho tiempo, los profetas comunicaron el mensaje de Dios a nuestros antepasados. Lo hicieron muchas veces y de muchas maneras.


Dios le encargó que nos ayudara, y él obedeció, igual que Moisés también obedeció cuando Dios le ordenó ayudar a todo su pueblo.


Toda casa ha sido construida por alguien, y Dios es quien ha hecho todo lo que existe.


Pero esos sacerdotes celebran un culto que es simple imagen de lo que pasa en el cielo. Por eso, cuando Moisés iba a construir el santuario, Dios le dijo: «Pon mucho cuidado, porque debes hacerlo todo siguiendo el modelo que te mostré en el monte».


Porque Cristo no entró en el santuario hecho por seres humanos, que era solo una copia del santuario verdadero. Cristo entró en el cielo mismo y allí se presentó ante Dios para pedir por nosotros.


No descanséis hasta que hayáis conquistado el territorio que Dios les dará a ellos, del mismo modo que os lo ha dado a vosotros. Una vez que ellos tomen posesión de su territorio, vosotros podréis regresar y vivir en la tierra que Moisés os ha dado al este del río Jordán.


Solo te pido que seas muy fuerte y valiente. Así podrás obedecer siempre todas las leyes que te dio mi siervo Moisés. No desobedezcas ni una sola de ellas y te irá bien por dondequiera que vayas.


Lo hizo siguiendo las instrucciones que Moisés, siervo de Dios, había dado a los israelitas, pues así está escrito en el libro de la Ley de Moisés: «Harás un altar de piedras sin labrar, es decir, que ningún hierro haya tocado». Y sobre ese altar ofrecieron varias ofrendas a Dios.


Entonces el pueblo de Israel junto con todos sus jefes y magistrados y también con los extranjeros que vivían entre ellos, se reunieron en dos grupos. Se pusieron uno frente al otro, teniendo entre ellos el Arca del pacto. Detrás de un grupo quedaba el monte Garizín, y detrás del otro, el monte Ébal. Junto al Arca estaban los sacerdotes descendientes de Leví. Moisés les había dicho que se colocaran así cuando los sacerdotes dieran la bendición al pueblo.


y acompañándose con ellas cantaban el canto de Moisés dedicado al Cordero. Decían: —Señor, Dios todopoderoso, todo lo que tú haces es grande y maravilloso. Tú eres el Rey del mundo, todo lo que haces es justo y correcto.


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