Hebreos 12:3 - Biblia Lenguaje Básico

³ Pensad en el ejemplo de Jesús. Mucha gente pecadora se enfrentó a él y le hizo sufrir, pero él siguió adelante. Por eso vosotros no debéis rendiros ni desanimaros,

Tuilleadh leaganacha

Biblia Reina Valera 1960

³ Considerad a aquel que sufrió tal contradicción de pecadores contra sí mismo, para que vuestro ánimo no se canse hasta desmayar.

Biblia Nueva Traducción Viviente

³ Piensen en toda la hostilidad que soportó por parte de pecadores, así no se cansarán ni se darán por vencidos.

Biblia Católica (Latinoamericana)

³ Piensen en Jesús, que sufrió tantas contradicciones de parte de gente mala, y no les faltarán las fuerzas ni el ánimo.

La Biblia Textual 3a Edicion

³ Considerad pues al que soportó tal contradicción de pecadores contra sí mismo, para que vuestro ánimo° no se canse y desfallezca,

Biblia Serafín de Ausejo 1975

³ Fijaos bien en él, que soportó tamaña oposición por parte de los pecadores, para que no os canséis ni perdáis ánimos.

Hebreos 12:3 Tagairtí Cros

Proverbios 24:10

Quien se rinde ante un problema no demuestra fuerza ni carácter.

Isaías 50:4

Así dice el siervo de Dios: «Dios me ha enseñado a consolar a los que están afligidos y cansados. Me despierta todas las mañanas para que reciba sus enseñanzas como todo buen discípulo.

Mateo 11:19

Luego vine yo, el Hijo del hombre, que como y bebo, y decís que soy un glotón y un borracho, que soy amigo de pecadores y gente de mala fama. Pero recordad que la sabiduría de Dios se prueba por sus resultados.

Mateo 12:24

Pero algunos de los fariseos oyeron a la gente y pensaron: «Si este expulsa a los demonios, es porque Beelzebú, el jefe de los demonios, le da poder para hacerlo».

Mateo 15:2

—¿Por qué tus discípulos no siguen las costumbres que nuestros antepasados han practicado desde hace mucho tiempo? ¿Por qué no se lavan las manos antes de comer?

Mateo 21:23

Jesús entró en el Templo y comenzó a enseñar a la gente. Los sacerdotes principales y los líderes del país se acercaron a Jesús y le preguntaron: —¿Quién te dio autoridad para hacer todo esto?

Mateo 21:46

Entonces quisieron apresar a Jesús, pero no se atrevieron a hacerlo porque tenían miedo de la gente, que pensaba que Jesús era un profeta.

Mateo 22:15

Un día, los fariseos se reunieron y decidieron ponerle una trampa a Jesús, para hacerle decir algo de lo que acusarle.

Lucas 14:1

Un sábado Jesús estaba cenando en casa de un jefe de los fariseos; todos los que estaban presentes lo vigilaban muy atentos.

Lucas 15:2

Al ver esto, los fariseos y los maestros de la Ley comenzaron a criticar a Jesús, diciendo: —Este hombre es amigo de los pecadores, y hasta come con ellos.

Lucas 16:14

A los fariseos les gustaba mucho el dinero. Por eso, cuando escucharon todo lo que Jesús decía, se burlaron de él.

Lucas 2:34

Simeón los bendijo, y dijo a María, su madre: —Dios ha enviado a este niño para que muchos en Israel se salven y otros se condenen. Él será también una señal que muchos rechazarán,

Lucas 5:21

Los maestros de la Ley y los fariseos pensaron: «¿Quién es este que dice tales barbaridades? ¡Solo Dios puede perdonar pecados!».

Juan 10:20

Muchos decían: —Ese hombre tiene un demonio dentro y está loco. ¿Por qué le hacéis caso?

Juan 18:22

Cuando Jesús dijo esto, uno de los guardias del Templo le dio una bofetada y le dijo: —¡Esa no es manera de contestarle al jefe de los sacerdotes!

Juan 5:16

Y como Jesús hacía muchos milagros como este en sábado, los judíos no dejaban de perseguirlo.

Juan 7:12

La gente hablaba mucho de él; unos decían: —Se trata de una persona buena. Otros, en cambio decían: —De bueno no tiene nada; engaña a la gente.

Juan 8:13

Los fariseos le dijeron: —Si das testimonio a favor de ti mismo, tu testimonio no tiene garantías de ser verdadero. ¿Cómo sabremos que dices la verdad?

Juan 8:52

Ellos le dijeron: —Ahora estamos seguros de que tienes un demonio. Nuestro antepasado Abrahán murió, y también murieron los profetas. Sin embargo, tú dices que el que acepte tu enseñanza vivirá para siempre.

Juan 8:59

Entonces aquellos judíos quisieron matar a Jesús a pedradas; pero él se ocultó entre la multitud y salió del Templo.

Juan 9:40

Algunos fariseos que estaban por allí le oyeron decir esto y le preguntaron: —¿Quieres decir que nosotros también somos ciegos?

1 Corintios 15:58

Por eso, mis queridos hermanos, manteneos firmes, y nunca dejéis de trabajar más y más por ser buenos cristianos. Y sabed que nada de lo que hacéis para el Señor es inútil.

2 Corintios 4:1

Dios es bueno y nos permite servirle. Por eso no nos desanimamos.

2 Corintios 4:16

Por eso no nos desanimamos. Aunque nuestro cuerpo mortal se va desgastando, nuestro espíritu va cobrando más fuerza.

Gálatas 6:9

Así que no nos cansemos de hacer el bien porque, si no nos cansamos de hacerlo, Dios nos premiará a su debido tiempo.

Deuteronomio 20:3

«Escuchadme, israelitas, hoy vais a luchar contra vuestros enemigos, pero no tengáis miedo. ¡Apartad la cobardía, y sed valientes!

2 Tesalonicenses 3:13

En cuanto a vosotros, hermanos, no os canséis de hacer el bien.

Hebreos 12:2

Pongamos, pues, toda nuestra atención en Jesús, que es quien fundamenta y perfecciona nuestra fe y quien soportó la vergüenza de morir clavado en una cruz porque sabía que, después de tanto sufrimiento, le esperaba una existencia feliz. Y, efectivamente, ahora está sentado a la derecha del trono de Dios.

Hebreos 12:5

Además, parece que os habéis olvidado ya del consejo que Dios os da, como hijos suyos que sois: «Hijo mío, no tomes las enseñanzas de Dios como algo sin importancia. Ni te pongas triste cuando él te riña.

Hebreos 3:1

Hermanos, Dios os ha llamado para que seáis su pueblo elegido. Por eso, pensad seriamente quién es Jesús: ¡Él es nuestro apóstol y nuestro Jefe de Sacerdotes!

1 Pedro 2:23

Cuando lo insultaban, jamás contestaba con insultos y jamás amenazó a quienes le hicieron sufrir; al contrario, se puso en manos de Dios que es quien juzga a todos con justicia.

Apocalipsis 2:3

Has sido paciente y has sufrido mucho por mi causa. Pero aun así no te has cansado de serme fiel.

1 Samuel 12:24

Bien sabéis todo lo bueno que Dios ha hecho por vosotros. Por eso, obedecedlo y servidlo siempre de buena gana.