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Génesis 4:5 - Biblia Lenguaje Básico

5 pero no con el mismo agrado la ofrenda de Caín. Esto molestó mucho a Caín, y su cara reflejaba lo enfadado que estaba.

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Biblia Reina Valera 1960

5 pero no miró con agrado a Caín y a la ofrenda suya. Y se ensañó Caín en gran manera, y decayó su semblante.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

5 pero no aceptó a Caín ni a su ofrenda. Esto hizo que Caín se enojara mucho, y se veía decaído.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

5 A Yavé le agradó Abel y su ofrenda, mientras que le desagradó Caín y la suya. Ante esto Caín se enojó mucho y su rostro se descompuso.

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La Biblia Textual 3a Edicion

5 pero no consideró a Caín ni a su ofrenda. Esto enfureció a Caín en gran manera, y decayó° su semblante.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

5 pero no en Caín y la suya. Esto irritó a Caín sobremanera y tenía el semblante abatido.

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Génesis 4:5
18 Tagairtí Cros  

Jacob se enteró de ello y además notó que la actitud de Labán hacia él había cambiado.


Allí les dijo: —He notado que vuestro padre ya no me trata como antes. Sabéis bien que yo he puesto todo mi empeño en servirle. Sin embargo, él siempre me ha hecho trampa y varias veces me cambió el sueldo. Pero Dios no le permitió hacerme daño alguno.


Al oír Potifar la acusación de su mujer, se enfadó mucho.


Solo los tontos y necios se mueren de celos y envidia.


Que Dios te envíe su ayuda desde su santuario; que Dios te dé su apoyo desde Jerusalén.


El necio fracasa en todo y luego echa las culpas a Dios.


Los asesinos odian al honrado, los malvados lo persiguen a muerte.


También vi que todos trabajan y buscan progresar solo para tener más que los otros. Pero tampoco esto tiene sentido, porque es como querer atrapar el viento.


Todos ellos son culpables; ¡en la cara se les ve! Nadie esconde sus pecados; ni siquiera los disimulan. Se están portando igual que los habitantes de Sodoma. Nada bueno les espera; se están ganando su propio castigo.


Moisés se enfureció con ellos y dijo a Dios: —No aceptes sus ofrendas, Dios mío. Yo nunca les he hecho ningún daño ni tampoco he recibido nada de ellos.


Yo puedo hacer con mi dinero lo que me parezca. ¿Por qué te da envidia que yo sea generoso con los demás?».


Pero cuando los judíos vieron reunida a tanta gente, se llenaron de envidia y trataban de combatir con insultos lo que Pablo decía.


Abel tuvo fe en Dios y por eso le ofreció un sacrificio más valioso que el de Caín. La fe hizo que Dios considerase a Abel como justo y que aceptara sus ofrendas. Y aunque Abel ya está muerto, todavía podemos aprender mucho de la fe que tuvo en Dios.


¡Ay de ellos! Se portan como Caín y por el afán de ganar dinero, cometen el mismo error que cometió Balaán y por su comportamiento morirán como murió Coré.


Pero Dios le dijo: —Samuel, no te fijes en su apariencia ni en su gran estatura. Este no es mi elegido. Yo no me fijo en las apariencias; yo me fijo en el corazón.


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